Curiel y el ordenador
La curiosa circunstancia de que un miembro del partido comunista sea retenido en el aeropuerto de Barajas el día de San José, onomástica del ministro del Interior, pues así es su nombre de pila, no pasaría de ser una simple anécdota, salvo que alguien quisiera hacerle un regalo especial al máximo responsable del departamento.Un comunista, conocido, ahora y en el pasado, por su vinculación a los sectores que hicieron posible la vuelta de la democracia a España, se encuentra con la desagradable sorpresa de que se ha retrocedido en el tiempo 10 años y no sabe si lo ocurrido es una pesadilla de los años de la dictadura o una alucinación en los años de la democracia.
Este hecho no es casual, lo sabemos todos por muy ingenuos que seamos, y coincide con una extraña situación generada internamente por sectores que tienen poco que decir en un sistema democrático, aun cuando siguen actuando con la más intolerable falta de respeto a un sistema político que refrenda mayoritariamente el pueblo español.
La circunstancia de que el medio por el que se ha obtenido la información de que el señor Curiel es un rojo peligroso sea un ordenador produce estupor, aun cuando no sorpresa. Tal vez la falta de conocimientos informáticos de algunos periodistas y algunos responsables políticos de tiempos atrás indican que, según el testimonio escrito aparecido en un buen número de periódicos, "el ordenador ha sido programado con posterioridad". Esta afirmación no sólo no es exacta, sino que trata de eliminar responsabilidades a quien quizá hoy no las tiene, pero sí las tenía hace tan sólo unos meses.
Cualquier informático conoce que la programación es una técnica que se realiza para obtener unos procesos que exploten unos determinados datos. Es, por tanto, inexacto hablar de programación posterior, puesto que desde hace tiempo un determinado programa puede estar confeccionado y no obtener jamás un resultado concreto, si ese dato no le ha sido introducido nunca.
Estamos, por tanto, ante una situación que se aproxima mucho a una violación de la Constitución, en su artículo 18, pues este hecho no debe considerarse como una anécdota, sino como un grave atentado personal. El ordenador ha procesado un dato que para él no es erróneo, pero sí debe aclararse la procedencia, utilización y proceso de datos de esta naturaleza que contienen información personal, debido al mandato constitucional del artículo antes referido.
Es evidente que ha habido un culpable material de la introducción de este dato, y es en ese sentido hacia donde deben dirigirse las investigaciones, pues este hecho tiene todo el aspecto de ser una demostración de la suficiencia y altanería de ciertos individuos comprometidos políticamente con el pasado que siguen actuando impunemente utilizando cualquier medio que esté a su alcance.
Por otra parte, deben aumentarse las medidas de control, calidad y veracidad de la información policial, para tranquilidad de todos los ciudadanos, pues aun cuando se intuye que este hecho ha ido dirigido a un personaje público suficientemente conocido, es probable que este caso se produzca con algunos otros políticos de izquierdas, por supuesto, a los que se quiera culpar informáticamente de un delito político, afortunadamente salvado con la ley de Amnistía del año 1976. Que no se repita./
Experto en temas informáticos.
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