El Parlamento israelí decide disolver la Cámara y convocar elecciones anticipadas

El Parlamento israelí votó ayer la disolución de la Cámara, por 61 votos contra 58, determinando así la convocatoria de elecciones anticipadas. La fecha de las elecciones, teniendo en cuanta que el fin de la legislatura estaba fijado para noviembre de 1985, será fijada posteriormente por el Parlamento, que no ha decido todavía si optará por una campaña electoral corta, de 45 días, según reclama la oposición, o por unas elecciones para el próximo otoño, según desea el Gobierno.

A sólo 163 días de la investidura de su Gabinete, el primer ministro israelí, Isaac Shamir, ha sufrido una derrota sin precedentes desde la llegada al poder de la derecha, en mayo de 1977. La derrota es aún más grave si se considera que, según los sondeos, la oposición laborista ganaría los comicios si se convocasen ahora mismo.La derrota de Shamir estaba prevista desde hace varios meses, dado que su mayoría parlamentaria se había ido reduciendo poco a poco a causa de la progresiva división de la coalición gubernamental. La defección de cinco diputados, puesta de manifiesto el pasado jueves, dejó al Gobierno en minoría.

El fracaso de Shamir se debe también a los graves problemas que padece la sociedad israelí (guerra de Líbano y crisis económica) y a su incapacidad para unificar la mayoría, que perdió con Menájem Beguin al líder carismático capaz de eliminar todo tipo de rivalidades en ella.

Shimon Peres, líder del Partido Laborista, principal fuerza de la oposición israelí, había anunciado ayer que su grupo contaba con la mayoría necesaria en la Kneset (Parlamento) para disolver la Cámara y convocar elecciones legislativas anticipadas en mayo.

Los partidarios del primer ministro, Shamir, se habían mostrado confiados en que la moción laborista sería derrotada.

Peres dijo que su partido contaba con el apoyo de 61 de los 120 miembros de la Kneset para la moción de disolver la Cámara, después de que el independiente Mordejai Ben Porat anunciase que respaldaría la propuesta.

La conservadora coalición gubernamental recurrió a prácticas de filibusterismo para intentar retrasar al máximo el voto y todos sus diputados pidieron hacer uso de la palabra. Posteriormente, solicitaron el voto secreto. El presidente del Parlamento, Menájem Savidor, llegó al extremo de suspender el debate para dar tiempo a que tres diputados regresaran de Argentina. El presidente del grupo parlamentario laborista, Moshe Shahal, y el diputado comunista Tufik Tubi denunciaron esta decisión como una "maniobra antiparlamentaria y vergonzosa para la democracia israelí".

Aparte de por los laboristas, la moción para disolver el Parlamento fue apoyada por el pequeño partido Tami, que cuenta con tres escaños y es miembro de la coalición de Gobierno, en cuya política económica manifestó hace unos días que ha perdido por completo la confianza. La actitud del partido Tami ha sido, precisamente, el factor desencadenante de la actual crisis.

La iniciativa de la oposición parlamentaria, a la que se agregó la semana pasada el Partido Tami, de la coalición gubernamental, había promovido un ambiente preelectoral, pero todo el proceso para convocar elecciones anticipadas puede fracasar si Zeiguerman vota en contra de la disolución de la Cámara, como se prevé en medios allegados al primer ministro, Isaac Shamir.