La Administración rechaza que haya deficiencias de seguridad en los aeropuertos españoles

"Los aeropuertos españoles cumplen todas las normas de seguridad de la Organización Internacional de Aviación Civil", declaró ayer el director general de Aeropuertos, José Ignacio García de la Rasilla replicando así a las importantes carencias en seguridad y salvamento puestas de manifiesto por una auditoría de la Intervención General del Estado.

García de la Rasilla, tras indicar que fue el propio Ministerio de Transportes quien solicitó a finales de 1982 la auditoría "para conocer el estado de los aeropuertos con el fin de mejorar su funcionamiento y potenciar su gestión", reconoció que la gestión y explotación de los mismos es bastante anticuada y deficiente. "Uno de nuestros objetivos principales es conseguir homologar nuestros aeropuertos con los europeos en el plazo de tres o cuatro años".No obstante, el mayor rechazo a los resultados de la auditoría ("que nos va a servir como documento base para elaborar un plan de actuaciones a corto y medio plazo") se refiere a la seguridad. En un extenso comunicado de la Oficina de Prensa del Organismo Autónomo Aeropuertos Nacionales se precisa que los auditores se reunieron con el Comité de Operadores de Líneas Aereas (AOC), que integra a los usuarios de Barajas, y no con la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI), que integra a los Estados.

La nota afirma que un informe sobre balizamiento luminoso y señalización, realizado en Barajas en diciembre por la FAA (Administración Federal de Aviación Civil de los Estados Unidos), se dice que las instalaciones cumplen las exigencias de la OACI y que en algunos casos, incluso, superan las normas exigidas para este tipo de aeropuerto. En un sentido similar, siempre según la nota oficial, se pronunció en diciembre pasado la ICAA (Asociación Internacional de Aeropuertos Civiles) en un informe sobre ayudas visuales en tierra en el aeropuerto de Barajas.

Un muestreo de un día

La auditoría recogía que en el momento de realizar la fiscalización en Barajas "solamente un vehículo contra incendios de los 11 existentes se hallaba en perfectas condiciones, cuatro permanecían fuera de servicio, uno estaba al 40% de sus posibilidades, y los cinco restantes se encontraban en estado normal pero con alguna avería". La nota oficial del Organismo Autónomo Aeropuertos Nacionales minimiza la trascendencia de esta observación porque fue realizada "en un único día y figuran seis vehículos en estado de utilización normal, encontrándose dentro de las normas de la OACI".No obstante, como la auditoría hablaba de la antigüedad de los vehículos contra incendios (muchos de ellos procedentes de la histórica ayuda norteamericana), el comunicado indica que "se han comenzado a suministrar 33 vehículos VPI (de primera intervención de polvo) y 21 VPE (de espuma) de 5.000 litros de capacidad. En fase de contratación se encuentra un expediente de adquisición de 10 vehículos VPE de 5.000 litros. Todo ello dentro de un programa de renovación de la flota contra incendios en el período 1983-87, que incluye la realización de prototipos de vehículos nacionales VPE y VPI".

Frente a las opiniones de los usuarios de Barajas, recogidas por la auditoría, de que la señalización es escasa en la zona de plataforma y que la visibilidad es deficiente en horas nocturnas o con lluvias, la nota afirma que "la pintura de seftalización horizontal se renueva una vez al año como mínimo en Barajas, habiéndose realizado tal operación en abril de 1983 y habiendo culminado recientemente la revisión de este año".

También rechazan las acusaciones de falta de limpieza en las pistas, asegurando que se realizan tres o cuatro operaciones de limpieza al año, la última en enero. Indica asimismo, el comunicado de Aeropuertos, que en Barajas existe un vehículo especial para medir los coeficientes de rozamiento en pista y que en todos los aeropuertos existe un plan de emergencia, y citan el reciente aterrizaje en Tenerife de un avión de Aviaco en estas condiciones.

El comunicado señala que se está procediendo a una informatización de los aeropuertos que modernizará la gestión y explotación de los mismos. Hay prevista para este fin, en una primera fase (1984-1987), una inversión de 1.800 millones de pesetas.