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La visita de los Reyes a Toronto, intento de fomentar las relaciones económicas

ENVIADO ESPECIALEl rey Juan Carlos insistió ayer en Canadá, en un discurso pronunciado tras el almuerzo que le fue ofrecido por el procurador general del paísá, Robert Kaplan, en la posibilidad de que su visita "puede contribuir a incrementar los vínculos y el interés recíproco entre nuestros pueblos". La visita de los Reyes a Toronto, capital de la provincia de Ontario y el centro de la industria canadiense, fue de marcado acento económico. Este viaje de Estado a Toronto no tiene otro objetivo que fomentar los intercambios comerciales, que en el momento actual son deficitarios.

Toronto es la mayor población del país. Se supone que en el año 2000 alcanzará los siete millones de habitantes, alrededor del 150% más de los que posee en la actualidad. La ciudad, importante puerto situado a orillas del río San Lorenzo, no es sólo un centro bursátil de primera magnitud, sino también un mosaico de culturas.

El Rey se reunió en esta ciudad con una representación de los más de 1.000 hispanistas que hay en el país, por ser el centro vital de las actividades culturales. Entre los 70 invitados a la recepción figuró Mario Bunge, premio Príncipe de Asturias de 1982. A Toronto acudieron ayer profesores de todas las universidades canadienses, a los que don Juan Carlos alentó a desarrollar una labor en la que España está dispuesta a colaborar.

Dentro del plan de futura expansión económica española en Canadá se encuentra la posibilidad de que la compañía Iberia establezca una línea regular con Toronto, lugar en el que se va a concentrar el mayor esfuerzo diplomático por medio de una oficina comercial. La provincia de Ontario produce casi la mitad de los artículos fabricados en Canadá, el 37% de sus exportaciones totales y el 68% de sus exportaciones de artículos completamente manufacturados. Ontario acapara el 38% del producto interior bruto de Canadá y sus consumidores poseen el 37% del poder adquisitivo del país.

Los Reyes finalizaron su jornada con la recepción a la comunidad española, que fue tan emotiva como la del día anterior en Montreal, aunque menos multitudinaria, dado que en esta zona es muy inferior el número de residentes españoles. Mañana, el Rey presenciará en la base aérea de Comox una exhibición del avión F 18.

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