Manuel Romero,
elegido alcalde de Cortegana (Huelva) en las listas del PSOE, ha resultado ser un peligroso infiltrado. Cuando sus votantes esperaban verle poner a las plazas de la localidad los nombres de los padres de la progresía, como suele ser menester en casos semejantes, Romero se ha descolgado con la propuesta de dar a una calle el nombre de Francisco Franco. El alcalde, que no es militante socialista, ha puntualizado, eso sí, que va a llamar a la calle Comandante Franco en su calidad de fundador de la Legión, lo que supone un cambio en su anterior denominación de Generalísímo Franco.
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