La adjudicación del Banco Atlántico se decidirá entre las ofertas que hagan Aresbank y el Banco de Bilbao
El plazo de presentación de ofertas para la subasta del Banco Atlántico finaliza el próximo día 14, y todo indica que, aunque concurran cuatro entidades -Banco Exterior de España, Vizcaya, Bilbao (en unión de Bank of America o en solitario) y Aresbank, detrás del cual se encuentra el Arab Banking Corporation, entidad que cuenta con un capital de 1.000 millones de dólares, cerca de 150.000 millones de pesetas-, serán estas dos últimas sobre las que se decida. Las opiniones en la Administración, a pesar de no haberse presentado todavía formalmente las ofertas para la subasta, se inclinan ligeramente por la opción árabe, ya que consideran que, de partida, puede proponer condiciones mejores que el resto.
De las cuatro posibles ofertas por el Atlántico hay dos que, en opinión de los expertos, tienen pocas posibilidades de adjudicación. El Banco de Vizcaya, que acaba de hacer firme su opción de compra por el grupo de Banca Catalana, presentará una oferta ajustada, sin forzar demasiado las condiciones, ya que tampoco tiene un interés especial en la compra. El Exterior puede haber reducido su posición inicial, por la elevada plantilla del Atlántico y a la espera de que se le adjudiquen algunos de los demás bancos de Rumasa, de menor tamaño y que son más fáciles de digerir por su estructura.La opción del Bilbao, que previsiblemente irá en solitario, se realizará desde una óptica técnicá y sin atenerse a consideraciones políticas o de posible posición en el ranking bancario, según fuentes de la entidad. El hecho de que el Bilbao no vaya a forzar su opción hace que la del Aresbank, con el apoyo posterior del Arab Banking Corporation, al que la inversión necesaria en el Banco Atlántico apenas le supone el 5% de su capital, se considere como la que más juego dará, ya que puede suponer una entrada neta de divisas, una disminución de las ayudas solicitadas al Banco de España y un mejor ajuste de la plantilla del Banco Atlántico.
En algunos medios financieros, que consideranque el comprador final será el banco árabe, se muestra preocupación por dejar pasar la oportunidad de seguir el proceso de concentración bancaria que se está llevando a cabo en España; proceso que se considera riecesario de cara a la entrada en el Mercado Común. En este sentido se critica al conjunto de la banca por aceptar que el Banco Atlántico se pueda escapar de: su control, y porque no se ha planteado la posibilidad de hacer una oferta conjunta como en el caso de Banca Catalana.
El margen de maniobra de los bancos interesados en adquirir el Atlántico es bastante más estrecho que en, interiores subastas o adjudicaciones, ya que el Banco de España. decidió no conceder exención de coeficientes a los bancos en crisis que sean saneados, y tamblén porque parece que no está dispuesto tampoco a proporcionar créditos a bajo tipo de interés, al menos por una cuantía significativa. El Banco Atlántico tiene en estos momentos un crédito de 7.000 millones de pesetas que, en principio, debería devolverse tras la decisión de la adjudicación.
Fórmula intermedia
Las limitadas posibilidades de maniobra ala hora de presentar una oferta se centran en el volumen de activos que se pretenda dejar en la cartera de sus actuales propietarios o del Fondo de Garantía de: Depósitos (FGD), la valoración patrimonial de la entidad en venta y el tiempo por el que el FGD adquiera las cédulas para inversión obligatoria que tiene el Atlántico para su posterior vuelta a la cartera del banco.La venta de activos puede referirse a préstamos que tiene el Banco Atlántico, a sus participaciones en sociedades que no se consideren atractivas para los nuevos dueños o en una parte de su riesgo exterior. Frente a la no exención de coeficientes, el FGD ha presentado una modalidad de rentabilización de estos recursos cautivos. Según esta nueva fórmula, el FGD adquiriría durante 19 meses las cédulas para inversión obligatoria que tiene el Atlántico. Estas cédulas, emitidas por el Estado para financiar el crédito oficial y que deben adquirir bancos y cajas, tienen una rentabilidad del 7,75%.
La adjudicación del Banco de Levante al Citibank se hizo utilizando una fórmula intermedia entre la exención total de coeficientes que se ofrecía anteriormente y los nuevos deseos de la Administración. Aunque el Levante no tiene que cubrir coeficientes, se comprometió a mantener, durante el período de saneamiento, un volumen de recursos igual al que debería destinarse a estos coeficientes, invertida en pagarés del Tesoro o en cualquier otro activo de regulación monetaria que estuviera en circulación. Con el Atlántico se ha ofrecido otra alternativa, que consiste en sustituir durante un cierto tiempo los títulos públicos de menor rentabilidad, para que posteriormente vuelvan a ser recomprados.
Por último, la balanza se puede inclinar por un banco o por otro en función de lo que realmente estén dispuestos a pagar por la adquisición de las acciones del banco. El pliego de condiciones ofrecido a los bancos interesados en comprar el Atlántico establece que las acciones se valoren a una peseta y se proceda a una ampliación de capital por valor de 7.000 millones de pesetas para recomponer la situación patrimonial.
Fuentes de algunos de los bancos que perfilan los detalles finales de la oferta a presentar señalan que la situación patrimonial del Banco Atlántico no es tan grave como para proceder a una operación de este tipo.
En este sentido, se señala que el principal problema del Banco Atlántico se encuentra en la relativa lentitud con que ha funcionado en los últimos ejercicios. Para estas fuentes, el Atlántico, con 14.000 millones de pesetas entre capital, reservas y dotaciones, a los que hay que sumar los beneficios acumulados del ejercicio de 1983, que se destinarán en su práctica totalidad a provisiones -1.900 millones de pesetas-, son suficientes para proceder al saneamiento que precisa la entidad.
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