Gal Costa,
cantante brasileña que interpreta eso de Mi corazón amaneció pegando fuego, asustó, hace unos días, a los espectadores de un cabaré de Río de Janeiro, que, dado el fervor de la chica al iniciar la citada samba, confundieron un incendio en el escenario con un oportuno y original efecto escénico. El público, que se mostró encantado de que los tubos de iluminación prendieran el telón, se dio cuenta de que la cosa iba en serio cuando los camareros reclamaron el abono de las consumiciones e instaron a los asistentes a abandonar el local.
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