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Manuel Orantes, tras un primer 'set' excepcional, sucumbió físicamente ante el surafricano Kevin Curren

Alex Martínez Roig

El español Manuel Orantes estuvo muy cerca de dar la primera sorpresa en el Gran Premio de tenis de Madrid, que se inició ayer. Orantes, en un primer ser excepcional, ganó al noveno mejor jugador de 1983, el surafricano Kevin Curren, por 6-2 en sólo 25 minutos. Pero Orantes ya tiene 35 años cargados de lesiones. En la segunda manga bajó el ritmo y perdió por 6-3. En la tercera, hundido físicamente, se entregó por 6-2. Otros clasificados fueron los norteamericanos Van Patten, Scanlon y Gerulaitis, así como el australiano Drewett. Para hoy está prevista la primera aparición de John MeEnroe, quien, junto a Peter Fleming, disputará un partido de dobles frente a la pareja formada por Sadri y Segusso que será ofrecido por TVE a las 18.30 horas por la segunda cadena.

Manuel Orantes ha conseguido inscribir su nombre en la historia del tenis con sus triunfos en el open de EE UU de 1975 y en el Masters de 1976. Anoche, los pocos cientos de espectadores que despreciaron la nevada caída sobre Madrid para acudir al torneo disfrutaron con el juego de Orantes, calcado al que en los primeros cinco años del decenio de los setenta le permitió estar entre los cinco mejores del mundo. Orantes le rompió el servicio a Curren en el primer juego. Era el toque de atención del viejo maestro que no se sentía impresionado por la aureola del joven Curren, considerado como un auténtico especialista en el servicio-cañón. El español logró mantener su saque y rompió de nuevo el del surafricano para ganar el set por 6-2.Pero Curren no es un recién llegado. El surafricano, que tiene 25 años y es el tercer cabeza de serie del torneo, tras los monstruos McEnroe y Connors, se serenó después de la lección de tenis recibida. Curren, sí, reaccionó. Si en el primer set Orantes le había llevado de cabeza de un lado a otro de la pista para impedirle llegar con tranquilidad a las bolas, en el segundo Curren se lanzó a un ataque más abierto, con golpes mucho más profundos y subidas a la red que el español nunca acertó a sobrepasar. Orantes estaba sufriendo. Perdió su servicio en el cuarto juego, lo recuperó en el séptimo, en un último esfuerzo en el que tuvo mucho que ver el apoyo del público, y lo cedió definitivamente en el octavo para perder la manga por 6-3.

En la tercera se confirmó la derrota. Orantes, acostumbrado a unos brillantes inicios de temporada -el año pasado fue semifinalista en Montecarlo-, vio truncada la racha por el demoledor servicio de Curren, que mostró toda su eficacia en el set final. El surafricano tiene un primer servicio tan potente como su estatura -1,85 metros- se lo permite. Con él derrotó a Connors en Wimbledon, logrando 33 aces y con él asustó anoche a los espectadores y a los jueces de línea, que se: apartaban aterrados sin mirar siquiera dónde botaba la bola.

El norteamericano Vitas Gerulaitis, algo irregular, se impuso en el partido anterior a su compatriota Tim Gullikson por 7-6 (8-6) y 6-3. Y en la sesión matinal, de apertura, Van Patten y Buenhing se convirtieron en los primeros protagonistas del torneo, aunque por razones muy, distintas a las estrictamente deportivas.

Buenhing provoco un escandalo. Ganó el primer set por 6-1 y parecía dirigirse directamente a una fácil victoria. Pero el australiano Brad Drewett acertó, poco a poco, a coger el ritmo de sus servicios. Y estalló el norteamericano por primera vez. Buenhing comerizó a increpar al australiano y, ya con el set perdido, lanzó la bola contra un anuncio y, tras sentarse, continuó con sus insultos. El juez de silla le amonestó por primera vez. Y el público se volcó a favor del australiano. El malhumor crónico de Buenhing estalló de nuevo en el tercer set. El juez le amonestó por segunda vez, lo que conlleva la pérdida de un punto. Buenhing gesticuló, protestó e insultó a todo el que se le puso delante.

Van Patten causó sensación entre las ex quinceañeras, que recordaron a su ídolo de la adolescencia en aquella serie televisual bautizada como Tres en la carretera. Van Patten, que se sabe guapo y lo explota al máximo, acabó con el atuendo ligeramente descompuesto ante el joven sueco Johan Carlsson. El último llegado de la saga nórdica fue uno de los mejores juniores el pasado año y su espíritu luchador le complicó mucho las cosas al actor Van Patten. El primer set fue para Carlsson por 7-6. Van Patten, que es hijo del actor protagonista de aquella otra serie Con ocho basta, apretó los dientes y forzó el ritmo, procurando, eso sí, no despeinarse. Ganó los dos siguientes sets por 6-1 y 6-4.

En la tercera cita de la jornada, el norteamericano Bill ScanIon derrotó al sueco Henrik Sundstrom por 2-6, 6-4 y 6-4.

Programa de hoy

El programa de hoy, ya con McEnroe, es el siguiente: A partir de las 9.00 horas, Mecir (Checoslovaquia)-Schapers (Holanda), Nystroem (Suecia)-Hogstedt (Suecia), Maurer (RFA)-Denton (EE UU), Hooper (EE UU)-Jelen (RFA) y Smid (Checoslovaquia)-Gilbert (EE UU). A partir de las 18.30, en dobles, McEnroe y Fleming (EE UU) contra Sadri y Seguso (EE UU), Teacher (EE UU)-Gómez (Ecuador), Taroczy (Hungría)-Westphal (RFA) y, en dobles, Gerulaitis y Hooper (EE UU) contra Buehning y Taygan (EE UU).

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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