Las bolsas norteamericanas continúan sufriendo importantes presiones vendedoras
Los mercados bursátiles norteamericanos han continuado esta semana sufriendo importantes presiones vendedoras. El persistente deterioro de los cambios de valores de renta variable se reflejaba en el índice Dow Jones, que durante la sesión del jueves 23 tocaba la cota de 1.115, muy próxima al crítico nivel de soporte de 1.110. El ambiente de pesimismo se fue incrementando por las alarmistas declaraciones del conocido economista Henry Kaufman, quien vaticinó que los tipos de interés se situarán en tomo al 15% antes de finales del presente año. Por otra parte, la debilidad generalizada de los mercados hace más sensibles a los tipos de interés a los avatares de la política internacional, y la amenaza del cierre de¡ estrecho de Ormuz por parte de las tropas iraníes ha incrementado aun más el nerviosismo de los operadores. La realidad es que cualquier excusa es buena para que los inversores sigan liquidando posiciones ante el temor de una baja aun más pronunciada.
Las autoridades norteamericanas, sin embargo, no parecen demasiado preocupadas por el comportamiento de Wall Street. El secretario del Tesoro, Donald Regan, quitaba hierro a la situación al declarar que la reciente baja de los mercados bursátiles es tan sólo una corrección dentro de una tendencia claramente alcista, y que los que opinaban que la debilidad de la bolsa anuncia una próxima recesión económica se equivocan.
Por ahora, los datos económicos publicados por la Administración dan la razón al secretario del Tesoro. Incluso muchos economistas se preguntan si no existen riesgos de sobrecalentamiento económico, lo que provocaría inevitablemente brotes inflacionistas. Las posibilidades de que ello ocurra son, por ahora, remotas, ya que los norteamericanos pueden todavía comprar una gran cantidad de productos en el extranjero a precios muy atractivos para el mercado interior. Sin embargo, la paridad del dólar puede transformarse en un talón de Aquiles.
Un deterioro de la paridad del dólar supondría un grave peligro para la financiación del, déficit y también encarecería las compras al extranjero, provocando el alza de una cantidad importante de productos básicos. Las autoridades norteamericanas deberán actuar con cautela para defender la paridad de su divisa, sin incrementar el coste del dinero.
Precisamente, la debilidad del dólar parece haber sido uno de los factores más importantes en la recuperación del precio de los metales preciosos, que esta semana han roto importantes niveles de resistencia. En la actualidad, y de confirmarse la tendencia a la baja de la divisa norteamericana, se podría asistir a un tirón alcista en el precio de estos metales. Sin embargo, aún es demasiado temprano para tomar posiciones agresivas en estos mercados, ya que los tipos de interés siguen estando demasiado altos, y la Reserva Federal parece todavía principalmente preocupada por controlar los niveles de inflación.
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