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La situación en Líbano

Descubiertos 117 cadáveres de civiles asesinados en un poblado druso del Chuf

Los cuerpos de al menos 117 civiles fueron descubiertos el jueves en Kafr Matta, un pueblo de la montaña del Chuf situado a 16 kilómetros al sureste de Beirut. La matanza se produjo, según un portavoz druso, hace cinco meses, cuando el pueblo se hallaba bajo el control de los cristianos libaneses. La localidad fue conquistada el martes por las milicias drusas.

Los cuerpos, en distintos estados de descomposición, fueron contados por periodistas llevados por los drusos al poblado donde, según rumores, el pasado otoño se había llevado a cabo una matanza. Fuentes de una agencia internacional de ayuda declararon, tras una visita a Kafr Matta, haber visto al menos 50 cuerpos en las calles o colgando de los balcones.Kafr Matta era una localidad en la que vivían drusos y cristianos. Cuando el pasado mes de septiembre estallaron los combates en las montañas del Chuf entre cristianos y drusos, el Ejército libanés que había separado ambas comunidades, abandonó la localidad para evitar ser cogido entre dos fuegos por considerar que el pueblo iba a ser uno de los principales centros de combate.

Fadi Frem, un jefe de la milicia falangista cristiana, declaró entonces que sus tropas "desarrollaron una ofensiva militar para librar Kafir Matta del control de los drusos, lo que lograron con éxito", pero declaró "que no había habido ninguna matanza". Un jefe druso Jawla Arslan, sin embargo, acusó al Ejército libanés y a los cristianos falangistas de haber asesinado a hombres, mujeres y niños drusos del poblado.

No se sabe en qué circunstancias ni quién efectuó la matanza Algunos de los cadáveres fueron hallados amontonados en las habitaciones de varias casas, otros aparecieron en campo abierto y otros en las calles por donde, se supone, habían intentado huir. Algunos cuerpos se hallan reducidos a meros esqueletos por los efectos de las continuas lluvias de los últimos tres meses, mientras que otros pueden ser todavía identificados.

Milicianos drusos procedentes de Kafr Matta y otros poblados cercanos intentaron reconocer entre los restos descompuestos a amigos y familiares desaparecidos. "Ésta es mi tía", dijo un adolescente druso armado indicando un cuerpo, "y allí está mi madre".

Antes de caer bajo el control de los drusos esta semana, Kafr Matta había estado ocupado por el Ejército libanés y la milicia falangista desde los combates de septiembre, y, por lo que parece, ni los falangistas ni los soldados pensaron en enterrar los cadáveres. Los falangistas habían permitido en varias ocasiones a los periodistas visitar el poblado, aunque se les mantuvo alejados de la zona en que se había producido la matanza.

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Escalofriante testimonio

Los informadores que ayer descubrieron los cadáveres también encontraron una nota del periodista canadiense Clark Todd, quien resultó alcanzado mortalmente por los disparos y murió en una de las casas del poblado. Sobre su ensangrentado maletín, que le sirvió de almohada, Clark garabateó antes de morir: "Por favor, decid a mi familia que la quiero".

El comandante en jefe del Ejército libanés, general Ibrahim. Tannous, nombró en septiembre una comisión para investigar la matanza. La comisión llegó a la conclusión de que no había habido intervención del Ejército en la matanza. Los drusos consideraron entonces que el documento encubría los hechos.

Las fuerzas falangistas, por su parte, han denunciado que "al menos 70 cristianos" pueden haber sido asesinados en el barrio beirutí de Ras Nabah, junto a la línea verde que divide la capital entre el oeste musulmán y el este cristiano. Ras Nabah, que era un barrio absolutamente cristiano, está ahora ocupado totalmente, por chiitas. Un portavoz falangista dijo que sus fuerzas no habían podido determinar con exactitud el número de víctimas, pero manifestó que familiares de los muertos habían identificado a 30 personas en el depósito de cadáveres del hospital de la Universidad Americana de Beirut oeste. El jueves por la noche todavía era imposible confirmar la veracidad de la matanza y en Ras Nabah. continuaban los tiroteos entre milicianos chiitas y los falangistas de Beirut este.

Los informativos de la televisión mostraron a una población que no comprende muy bien la política de su Gobierno en Líbano la dramática prueba de que no sólo los marines son víctimas de aquella guerra. "Les advertimos de que lo que van a ver es en extremo desagradable", dijo el locutor antes de pasar las imágenes de la matanza.

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