El Madrid aprovechó los fallos del Joventut para lograr una victoria clave

El Real Madrid se aseguró anoche la primera plaza en el grupo A-1 al derrotar al Joventut por 88-93. El Madrid puede sacar un importante beneficio de esta victoria y de la primera plaza, ya que en caso de hipotéticos partidos de desempate en la fase de play-off, éstos se disputarían en su pista. El Joventut, que se enfrenta la próxima semana al Barcelona, puede aún llegar a ocupar la quinta plaza del grupo si se produce un triple empate con Cajamadrid y Cacaolat, que también se enfrentarán entre ellos en la última jornada.El Madrid aprovechó anoche los tremendos e inocentes errores de un Joventut que parece haber extenuado sus ideas a esta altura de la Liga. El equipo badalonés llegó a tener una ventaja de 80-75 a falta de seis minutos y, sin acertar a encestar ni una sola vez, pasó a ser dominado por 80-89. A esa debacle, impensable en el Joventut del principio de la Liga, contribuyeron los errores del joven base Montero -demasiado nervioso-, los excesivos virtuosismos de Rusell en momentos muy delicados, y la experiencia de Corbalán y López Iturriaga en lanzar unos contraataques que, como el miércoles ante el Barija, determinaron al final la diferencia en el marcador. Junto a todo esto, no hay que olvidar tampoco los desaciertos arbitrales, con tres personales casi seguidas a Villacampa en acciones en las que el balón estaba lejos, que echaron abajo el planteamiento defensivo del Joventut.

El partido fue dominado durante prácticamente toda la primera parte por un Real Madrid más nervioso de lo normal. Los dos equipos se inclinaron por sendas defensas individuales que abandonarían muy pocas veces a lo largo del partido. El Madrid, con el clásico quinteto formado por Corbalán, Jackson, Iturriaga, Robinson y Martín, se adelantó en el marcador con facilidad. El Joventut, además, tuvo que dejar en el banquillo a López Abril, con tres faltas personales a los cinco minutos de partido. Montero se hizo cargo de la dirección de Villacampa, Rusell, Stewart y Jiménez, quien cedería pronto su sitio a Margall. Pero con Monte ro en la pista llegó el desbarajuste. EA joven base del Joventut perdió muy pronto la serenidad y Corbalán se contagió. Los balones iban de una a otra canasta a toda velocidad y siempre con imprecisión, El desorden perjudicó al Madrid y, poco a poco, el Joventut acortó la distancia de 5 puntos que llegó a tener en su contra y se colocó en la media parte con 46-42.

En la segunda mitad bajó el ritmo. El Joventut parecía más sereno. Rusell se permitía el lujo de colgarse una y otra vez sobre la canasta del Madrid. Stewart y Robinson, cada uno en su equipo, realizaban una perfecta labor sorda bajo los aros, y Martín y Jiménez demostraban que han mejorado su nivel porque es la única forma de luchar ante tantos americanos que ahora hay bajo las canastas.

Todos los aleros -Jackson, Iturriaga, Margall y Villacampa-, mantenían un buen ritmo de aciertos en los lanzamientos. Pero llegó el 80-75 fatídico para el Joventut y, de repente, todo el esquema se vino abajo mientras el Madrid -sereno, veterano, efectivo- se marchaba, sin mirar atrás, hacia la definitiva primera plaza del grupo A-1.