La Caja de Barcelona dobló su excedente neto, al obtener 2.805 millones en 1983
La Caja de Barcelona cerró el ejercicio de 1983 con un excedente neto de 2.805 millones de pesetas, lo que supone un incremento del 99,22% respecto al año anterior, según manifestó ayer el director general de la entidad, Andreu Buades, tras la reunión del consejo de administración que aprobó la memoria, el balance y la cuenta de resultados. El cash flow bruto (beneficios más amortizaciones) fue de 5.798 millones de pesetas, con un incremento del 55,99 respecto al ejercicio de 1982. A amortizaciones se han dedicado 1.642 millones de pesetas; a saneamiento, 1.071 millones y 280 millones al Fondo de Garantía de Depósitos.Los recursos ajenos de la caja se elevaron a 357.5197 millones de pesetas, lo que representa un incremento del 20,10% respecto al año anterior. Este crecimiento es superior al que registraron en el mismo período el conjunto de las cajas catalanas (un 19,27%), las cajas confederadas (el 18,62%), y la banca privada, que creció un 12,03%.
Durante los últimos cuatro años la caja ha experimentado un crecimiento medio del 19,02%. Ello ha sido debido en buena parte a la expansión registrada en el número de oficinas, que ha pasado de 216 en 1979 a 436 en 1983, lo que ha representado un crecimiento medio anual del 19,20%. Buades puso de relieve que este incremento se había conseguido con un moderado aumento medio del personal, que se había situado en el 5,53%.
El presidente del consejo de administración, Josep Joan Pintó, manifestó que la expansión y los buenos resultados de la entidad se habían conseguido sin apelar al recurso fácil "de obtener altos beneficios negociando en el interbancario, sino apoyando a las economías domésticas y a la pequeña y mediana empresa".
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