El Real Madrid eludió un final apretado
El Real Madrid se ha especializado en sacarle abundantes ventajas al Cajamadrid, y cumplió ayer con el pronóstico, aunque parece que la tendencia va disminuyendo. A pesar de los 16 tantos finales, hubo en Alcalá de Henares un encuentro muy entretenido, con emoción incluso y con rachas de buen baloncesto como aperitivo. Para el Real Madrid, las consecuencias de esta victoria no son del todo positivas sí se confirma que Iturriaga puede haberse lesionado de cierta seriedad y si unas molestias finales de Romay no pasan de ser un pequeño tirón sin importancia. El equipo de Lolo Sáinz puede haber salido díezmado de este encuentro.Si el Real Madrid pretende no quedar en desventaja ante el Barcelona, está claro que no debe dejarse sorprender en canchas difíciles. Y la del Cajamadríd es una de ellas. Razón por la cual, Lolo Sáinz diseñó una táctica muy poco piadosa para su rival; una defensa dura, agresiva, con Romay desde el principio para anular la acción ofensiva del Cajamadrid. El encuentro tuvo en la primera parte una calidad nada despreciable y una fuerte lucha sobre la cancha. No parecía un encuentro usual de Liga, sino una especie de final. El Real Madrid, con Jackson infalible en los lanzamientos, con un contraataque rápido y Romay reboteando bien y cometiendo pocas personales, logró ventaja de 10 puntos, pero no pudo avasallar a los jugadores que dirigía con rapidez Llorente. La cosa estaba teóricamente igualada y en una racha de aciertos, el Cajamadrid se colocó a sólo dos puntos. Tres descuidos infantiles, en los últimos minutos de éste ppríodo, permitieron al conjunto madridista irse al vestuario con 11 de ventaja. Pero no estaba todo dicho, ni tan siquiera cuando, a poco de comenzar la segunda parte, el acierto de Jackson puso a los madridistas con 20 tantos de ventaja. No se había acabado el partido.
El Cajamadrid merece ya un punto y aparte. El Cajamadrid está encontrando sus señas de identidad y ya dispone de una personalidad como equipo. En Alcalá de Henares, el Cajamadrid pone a cinco hombres en cancha con un baloncesto muy agresivo, el más veloz en los momentos enrachados, el más corajudo cuando la cosa se pone fea. Es un equipo que cree en misiones imposibles y lo hace con tanto ahínco que queda a punto de conseguirlas. Tuvo mala suerte ante el Barcelona, al que pudo ganar, y ayer no dio el partido por perdido con hasta 23 puntos en contra a falta de 10 minutos. Con los hermanos Llorente en pista, jugando al vértigo, buscando la pelota como algo vital, el Cajamadrid llegó a ponerse a 10 puntos del Real Madrid a falta de casi cuatro minutos. En plena borrachera de aciertos, de entradas a canasta a buscar el tanto y la personal del contrario, cometió en cuatro acciones consecutivas el mismo error de bulto: dejar a Jackson sólo debajo de la propia canasta cuando la pelota estaba siendo puesta en juego en el lado contrario de la cancha. Esos fallos permitieron al Real Madrid eludir un final muy comprometido.
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