Detención en Bayona de los principales dirigentes de Iparretarrak

La expulsión de los etarras residentes en el País Vasco francés ayer "es un gesto de colaboración con el Gobierno español, y, al mismo tiempo, destinado a favorecer la seguridad en nuestro territorio", declaró anoche el portavoz más representativo del Ministerio del Interior francés. Dicho departamento difundió posteriormente el siguiente comunicado, informa la agencia France Presse: "dado el clima de violencia y de inseguridad progresiva establecido en el departamento de los Pirineos Atlánticos, los servicios de Policía han procedido a arrestar ciudadanos españoles que han sido objeto de una medida, sea de expulsión hacia un tercer país, sea de asignación de residencia en otro departamento. No se ha recurrido, pues a extradiciones". El comunicado prosigue que el "Gobierno condena firmemente todos los actos de violencia, vengan de donde vengan, y tomará todas las medidas necesarias para poner término a las mismas".La detención anoche en Bayona de los principales dirigentes de la organización separatista francesa Iparretarrak viene a confirmar la persecución de objetivos internos por parte de las autoridades francesas en sus medidas contra los etarras. Al parecer, los españoles afectados por esta operación policial figuraban en una relación facilitada por las autoridades de Madrid.

Cuando el pasado 20 de diciembre el presidente de¡ Gobierno español, Felipe González, viajó a París para entrevistarse con el presidente de la República Francesa, François Mitterrand, se repitió en las esferas oficiales españolas -y así lo hizo notar también el mismo González- que era preferible "no afirmar nada en espera de resultados". Se cuestiona si la redada de ayer en el País Vasco francés corresponde a uno de esos resultados, consecuencia de las promesas del presidente Mitterrand al jefe del Gobierno español.

Antes de que se anunciara oficialmente el destino de los vascos detenidos, se supo en París que las autoridades francesas les ofrecieron a todos ellos la posibilidad de dirigirse a un país de su elección, a América Latina, o bien el confinamiento en los territorios franceses transatlánticos.

El Ministerio del Interior, y más concretamente el secretario de Estado para la Seguridad, Joseph Franceschi, ha conducido esta operación policial. El Ministerio de Relaciones Exteriores francés se mantuvo al margen.

La operación realizada ayer no es más que "un comienzo", ya que permanecen en el sur de Francia numerosos etarras. La misma fuente aseguró que en su visión actual del problema vasco no influye la situación cada vez más enconada de Córcega.

Existe aún otra cuestión, si la iniciativa francesa de ayer representa un cambio decisivo de la política de París con los vascos españoles residentes en Francia. En medios competentes se respondió anoche: "No podemos consentir cierto tipo de violencias en nuestro territorio". Afiadió el mismo portavoz que los vascos afectados por las medidas tomadas ayer no es que sean más o menos representativos en la jerarquía de ETA, sino que son personas "que el Gobierno español deseaba que fueran alejadas del País Vasco francés".

Los cinco activistas de Iparretarrak (los del norte), que fueron detenidos ayer a las 20 horas en Bayona, estaban ofreciendo una conferencia de prensa sobre las actuaciones de la policía francesa contra refugiados vascos españoles a un grupo de periodistas. Los informadores también fueron llevados a dependencias policiales. Entre los detenidos figura Beti Bidart, hermano de Philipe Bidart. A éste último se le acusa de estar implicado en el asesinato de tres gendarmes.