La banca aportará casi toda la financiación del déficit público

Las presidentes de los siete grandes bancos no conocen todavía el calendario ni la forma en que contribuirán este año a financiar el déficit público, derivada de la reciente ley de Coeficientes de Caja, pero esperan que saldrá prácticamente casi todo de las entidades de crédito, si bien de momento ello no deteriorará las cuentas de resultados del sector, según declararon varios de ellos tras el almuerzo homenaje que rindieron ayer a Luis Usera, ex titular del Banco Hispano.

A la salida, los últimos en abandonar el restaurante -Alfonso Escámez, del Central, y Luis ValIs, del Popular, que permanecieron en el local un cuarto de hora más con RafaelTermes y el presidente del Bilbao- declararon que la reunión fue dedicada únicamente al acto de homenaje. No obstante, confirmaron que el club mantuvo la pasada semana el primer almuerzo convocado por Alfonso Escámez, que sustituye así en el papel de anfitrión a José María Aguirre, anterior presidente del Banesto. El hecho de que la sesión pasara inadvertida para los medios económicos abunda en la impresión de que se intenta quitar protagonismo informativo a tales reuniones.Preguntados por los asuntos tratados actualmente en estos contactos, Escámez y Valls indicaron que no conocen todavía el calendario ni la forma de desarrollo del nuevo sistema para financiar el déficit público. Sobre la contribución total de las entidades financieras y su reparto, coincidieron en contestar, entre bromas, sin querer precisar, que "todo". El sucesor de Aguirre al frente del club dijo que es como el chiste del español al que informan que el déficit de Estados Unidos será de 200.000 millones de dólares y, al preguntar quecuántas pesetas son esas, le responden: "Todas". Pero reconocieron que, al menos de momento, el impacto de la ley de Coeficientes de Caja no deteriorá las cuentas de resultados del sector, pues los nueve puntos de subida (hasta el 18% del nuevo límite del 20% sobre los recursos manejados) serán absorbidos en principio por los certificados de regulación monetaria.

Escámez manifestó que su propuesta pára renegociar por 14 años la deuda externa de los países latinoamericanos ha sido mal interpretada". A las interrogantes suscitadas por este periódico replicó que no costará nada a los contribuyentes, y que si no se renegocia por períodos más amplios que los actuales, el problema mundial será que la locomotora de la reactivación económica impulsada por Estados Unidos carecerá de vagones, pues Europa necesita las exportaciones a América Latina.