'Tres amores', episodios variopintos

Dijeron algunos perversos críticos al comentar el estreno de Tres amores, la extraña película que hoy emite televisión, que había más figuras en la pantalla que espectadores en la sala. Efectivamente, un buen número de destacadas estrellas de la Metro Goldwyn Mayer aparecen a lo largo, de los tres episodios que componen la película. James Mason, Moira Shearer y Agnes Moorehead en el primero de ellos, El amante celoso, que dirigió el alemán Gottfried Reinhardt, hijo de Max Reinhardt y ayudante de Lubitsch, escritor y realizador, de escaso relieve, de distintos tipos de comedias y de melodramas.Reinhardt fue también el director del tercer episodio, Equilibrio, que protagonizan Kirk Douglas y Pier Angeli. En ambas historias la tragedia sombrea la vida de los personajes, quizá porque se dedican al mundo del espectáculo y, según Hollywood, en él priman las desgracias. El ballet compone el decorado del primer caso y el trapecio del segundo. Traumas, pasados tenebrosos o coqueteos con la muerte marcan sus pasiones.

El episodio central fue dirigido por Vincent Minelli y es, a juicio de esos mismos críticos, el más interesante de la película. Ethel Barrymore, Leslie Caroni, Farley Granjer, Zsa-Zsa Gabor y Ricky Nelson son los protagonistas de este cuento de hadas, una suerte de Cenicienta para hombres, titulado Mademoiselle, y en el que un muchacho crece de sopetón para evadir la vigilancia de su institutriz y alcanzar, fugazmente, su amor. La magia, sin embargo, no le durará más que unas horas.

No tuvo el éxito previsto este empeño cinematográfico, quizás por esa rara condena que ha pesado siempre sobre los filmes de episodios o quizás, hoy lo veremos, porque ni tantas estrellas ni la personalidad de sus directores lograron la calidad precisa. En todo caso, los críticos señalaron el acierto de todos los intérpretes defendiendo cada uno a quienes mejor coincidían con sus gustos particulares.