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Crítica:VISTO / OÍDO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La literatura de Mellizo

Vamos a tener a partir de ahora, por la segunda cadena, un telediario poético, de lenguaje sugestivo, en el que la imaginación del periodista extrae sutiles relaciones, cómo éstas: "Y vamos a hablar del tiempo, pero no del tiempo del poema de Borges; del otro tiempo". "Y volvemos a hablar del tiempo, pero ahora del otro tiempo, del tiempo del poema de Borges".Entre tiempo y tiempo median "algunos cañonazos insensatos" que han dañado la Acrópolis ateniense, y la lectura de un poema de Jorge Luis Borges: "Hay una vieja plancha carbón. Hay un reloj de tiempo detenido, con el péndulo roto. Hay un marco desdorado sin tela...".

Así se presentó el periodista Felipe Mellizo, presentador y director desde el pasado lunes del Telediario 3, que se emite por la segunda cadena. Va leyendo noticias, o folios, Con la cabeza baja y alzando a la cámara los ojos por encima de las gafas.

Felipe Mellizo releva a Joaquín Arozamena en la tarea de informar por la segunda cadena de TVE. Además de esta muda, hay un quiebro de estilo, dentro de la misma impropiedad periodística que practican ambos: del tono didáctico de Arozamena se ha pasado al ejercicio literario de Mellizo. Éste se ha propuesto hacer literatura más que periodismo, si "hacer literatura" significa, como dicen los diccionarios, "hablar muy bien sobre algo, pero sin un sentimiento verdadero o un propósito serio".

Mellizo, después de leer a Borges, hizo declaración de principíos y confesó qué entiende por un telediario de una televisión pública al filo de la medianoche: "Buenas noches. Me llamo Felipe Mellizo y, a partir de hoy, me voy a ocupar, junto a mis compañeros, de preparar y de comunicar a ustedes este último telediario, melancólico por noctámbulo y yo quisiera que, además, tranquilo y tranquilizante".

El informador no se privó, acto seguido, de comentar todas las noticias, de calificar su bondad o maldad, de contaminar información con su personales opiniones y sentimientos. Por ejemplo: "El cupón de los ciegos siempre me gustó mucho... Estupendo el sorteo de los ciegos". "En cualquier caso, vamos a alegrarnos" (a propósito del nuevo salario mínimo interprofesional). "Esto parece una novela policiaca" (sobre el descubrimiento de un alijo de cocaína). "Y vamos a pasar ahora a la información internacional, que preside, cómo no, un golpe de Estado" (Nigeria).

En un telediario tan indiscreto como el de Mellizo caben consejos y admoniciones a la audiencia: "Bueno, y parece que estamos llegando al final del telediario y de esta larga jornada, pero aún es año nuevo, animense". El periodista se ha concedido licencias peligrosas porque si hay un programa cuyo objetivo irrenunciable es interesar a todos los telespectadores, por su rigor y credibilidad, ése es el telediario

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