Maradona llegó dispuesto a jugar el domingo
Diego Armando Maradona regresó ayer a Barcelona, tras permanecer casi un mes en Argentina, recuperándose de su lesión en el tobillo izquierdo. Maradona fue recibido en el aropuerto del Prat por un grupo de aficionados que le vitorearon. El jugador, emocionado y cansado del viaje, aseguró que "si por mi fuera, jugaría el próximo domingo frente al Sevilla, porque me encuentro en perfectas condiciones, pero todo depende de los doctores". El futbolista argentino del Barcelona pasará esta mañana un exhaustivo reconocimiento médico e inmediatamente se pondrá a disposición del técnico César Luis Menotti. "Mañana me tiro al campo", confesó el Pelusa.
Aeropuerto de Barcelona, 17.00 horas. "Ya está aquí, ya está aquí". Alrededor de unos 50 aficionados se pegan materialmente a los cristales de las puertas de acceso a la sala de llegadas nacionales, como una plaga de langosta. Banderas y una pancarta de considerables dimensiones. "No llega un futbolista, sino un amigo". Estaban esperando a Diego Armando Maradona desde hacía cuatro horas."¿No saldrá por la otra puerta?", pregunta inquieta una señora, mientras su esposo le tranquiliza: "No ves que está Nicolau Casaus". Y efectivamente, el vicepresidente del Barcelona, en su clásico papel de relaciones públicas, se sitúa al pie de la pista. La puerta delantera del Boeing 707 de Iberia se abre. Es la locura. "Diego, Diego". Maradona, junto a su inseparable apoderado, Jorge Cyterszpiler, desciende por la escalerilla con atuendo deportivo y barba de un mes. "Está más feo". "Que se cae, que se cae", grita un quintacolumnista, que se confiesa madridista. Nadie le hace caso.
Casaus besa a Dieguito y le da la bienvenida. Los aficionados no pueden contenerse y vuelven locos a los cuatro miembros de la Policía Nacional que intentan poner orden, sin conseguirlo. Todos quieren tocarle. Parece un talismán. "Es el colmo. No entiendo tanta locura. Es de carne y hueso", comenta airado unos de los viajeros del puente aéreo. Maradona tarda 20 minutos en llegar a un Mercedes blanco.
"Está hecho una fiera", dice Cyterszpiler, que hace un gesto significativo con las manos cuando se le pregunta por el reconocimiento médico. "Ahora va a descansar y luego convocará una conferencia de prensa. El viaje ha sido muy largo". El Mercedes blanco parte velozmente hacia Barcelona. Vuelve la paz al aeropuerto. "Es el mejor regalo de Reyes que podíamos tener. Con él, campeones", asegura eufórico un abanderlido culé.
Entrevista con Núñez
Maradona se entrevistó con el presidente barcelonista, Josep Lluís Núñez, antes de acudir a la conferencia de prensa. Núñez quería comprobar personalmente el estado físico del jugador. "Creo que estoy para jugar, pero no lo haré sin el consentimiento de los doctores. No me gustaría volver a romperme". Maradona tuvo palabras de agradecimiento para el doctor Rubén Oliva, médico de la familia que ha intervenido en su proceso de recuperación: "Su aportación ha sido fundamental, pero el doctor González Adrio me dejó el tobillo de maravilla cuando me operó y los consejos del doctor Bestit también fueron imprescindibles", dijo.Maradona acudió a la cita con los periodistas visiblemente cansado. No habló de las causas de su retraso, pero alguno de sus amigos comentó una supuesta amenaza de bomba, antes de salir de Argentina. Dieguito si habló de Dios: "A él le pido que el año 1984 no me traiga ninguna lesión. Que Dios quiera que yo sea el revulsivo que necesita el Barcelona". Después se curó en salud: "Que nadie cree falsas expectativas. Yo no soy un salvador, sino uno más de los componentes de la plantilla".
El nombre de Andoni Goikoetxea flotaba en el ambiente y el Pelusa se mostró conciliador: "No le guardo rencor. Todo está olvidado. Pero la próxima vez que cuente hasta tres". Sobre el tema de la violencia en el fútbol es un hombre de ideas fijas y no han cambiado sus teorías sobre los árbitros: "Con mi lesión no creo que se haya ganado nada. Tampoco espero que, a partir de ahora, sea el protegido de los árbitros españoles".
Maradona desmintió cualquier negociación con la Juventus de Turín y una supuesta entrevista con su presidente Gianni Agnelli -el dueño de la FIAT también negó cualquier contacto con el jugador-: "Me dan risa todos estos rumores. A Italia sólo voy a a ir cuando el Barcelona juegue algún amistoso. Además, todavía me quedan cuatro años y medio de contrato con el Barça, que tiene prioridad".
Finalmente, habló de su Argentina: "Ahora, allí hay libertad. Se está muy bien. Dios está con Raúl Alfonsín y sacará el país adelante".
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