Airadas protestas de empresarios por el cierre de 19 discotecas en Zaragoza
El cierre de 19 discotecas y salas de fiesta mediante decretos de la alcaldía de Zaragoza - 18 de ellas de forma temporal y una con carácter indefinido, por no reunir las medidas de seguridad exigidas en la ordenanza de prevención de incendios- ha motivado airadas protestas de los empresarios del sector, que valoran las pérdidas en más de 30 millones de pesetas.Los empresarios manifiestan en un comunicado que han sido "víctimas de una psicosis general por el hecho lamentable que todos conocen (catástrofe de la discoteca madrileña Alcalá 20), y que somos los primeros en lamentar". Añaden que "la práctica totalidad de las salas afectadas por el cierre son locales legalizados, con todos los permisos gubernativos, municipales y fiscales exigibles en base a la legislación vigente. Para la adecuación a las nuevas normas de prevención de incendios tenían presentados proyectos en la sección de urbanismo en espera de la oportuna licencia de obras, sin que hasta el momento se hayan facilitado". Los dueños de estas salas critican asimismo lo precipitado e inadecuado de la medida -vísperas de Nochevieja, cuando ya ha bían vendido la mayoría de los cotillones- y sin darles plazos para corregir las deficiencias comprobadas.
El cierre de los 19 locales se decretó el día 30 por la noche, tras haber sido examinados por la gerencia de Urbanismo los informes de las inspecciones realizadas por los servicios técnicos del ayuntamiento en 20 salas de fiestas. Esa misma noche se reunieron con carácter de urgencia los empresarios para tratar de llegar a un acuerdo con el ayuntamiento y al día siguiente una comisión se dirigió a la corporación para entrevistarse con el alcalde, Ramón Sainz de Varanda, que fue quien firmó los decretos de cierre.
Al encontrarse éste fuera de la ciudad, intentaron ser recibidos por el alcalde accidental, Santiago Vallés, quien se negó a entrevistarse con una comisión de empresarios, aunque anunció que les recibiría de uno en uno, lo cual no llegó a satisfacerles.
Las pérdidas ocasionadas por esta medida se calculan en más de 30 millones de pesetas, pues las referidas salas ya tenían vendidas casi todas las entradas, unas 10.000 en total, para celebrar la despedida de año. Por otra parte, las 300 personas que trabajan en las salas clausuradas se ven amenazadas por el paro.
Se cierra con carácter indefinido La Bombilla y 18 más de forma temporal mientras se realizan reformas para ajustarse a la ordenanza de prevención de incendios: Graver Club, Edison Studio, 1.800, Variedades, El Coto, Iguana, El Papagayo, Cosmos, Rumbo, Haida, Piano Bar Haida, Astorga's, Stork Club y Don Papagayo.
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