Mejora el comercio exterior debido al incremento de exportaciones a los países industrializados

La recuperación del comercio exterior español durante 1983 es una de las variables positivas de la economía, tras los primeros meses del año en los que el valor de las exportaciones no lograban despegar según las previsiones. A finales del mes de noviembre las exportaciones han crecido en términos reales el 8,2%, mientras que las importaciones lo han hecho en el 0,8%. La tasa de cobertura se sitúa en el 68% cuando un año antes estaba cuatro puntos por debajo. El nivel de reservas de divisas ha descendido en 5% millones de dólares mientras que hace un año habían caído en 3.612 millones de dólares.

La evolución de estas cifras permite que en medios de la Administración se considera que al final del año el valor de las exportaciones podría llegar a suponer el 70% de lo importado. Estos datos, unidos a los distintos componentes de la balanza de pagos, hacen prever que el déficit de la balanza corriente -suma de la balanza comercial, la de servicios y la de transferencias se coloque por debajo de los 3.000 millones de dólares (450.000 millones de pesetas) frente a los 4. 100 millones de dólares de 1982.El valor de las exportaciones españolas durante el mes de noviembre pasado alcanzó la cifra (te 292.500 millones de pesetas, lo que representa un incremento sobre el mismo mes del año anterior del 29,5%. Las importaciones totalizaron 394.500 millones de pesetas, con un aumento del 9,3% en el período estudiado. La tasa de cobertura -valor de las importaciones cubierto por las exportaciones- se coloca en el 14%.

En el período acumulado de los 11 primeros meses, el total de las exportaciones se cifra en 2,5 billones de pesetas frente a 3,7 billones para las importaciones. La tasa de cobertura ha pasado en este tiempo del 64,6% en 1982 al 68,1% en 1983.

La recuperación del comercio exterior español es más importante, ya que se ha producido en los últimos meses y no hay indicios de que se pueda truncar la tendencia actual, al menos en los próximos meses de 1984. La economía española no ha ganado cuota de mercado en el comercio mundial durante los últimos años, aunque ha logrado mantener su importancia relativa, mientras que el resto de países industrializados ha visto cómo se deterioraba su peso específico en el conjunto del comercio internacional. Los países de la OPEP y el resto de naciones han aumentado su participación, gracias a una mejoría en la relación real de intercambio de sus productos.

Bienes de consumo

La crisis de la elevación del precio del petróleo perjudicó a todas las naciones industrializadas que sufrieron un descenso de su presencia en el valor de los intercambios mundiales. La crisis financiera por la que han atravesado buena parte de los países latinoamericanos ha dificultado ,sensiblemenmte el destino geográfico de las ventas españolas al exterior y, sobre todo, los productos que se vendían.La mayor parte de las exportaciones españolas tienen como destino el conjunto de los países que forman parte de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) 31, más concretamente, la Comunidad Económica Europea. Las ventas españolas a estos países ha crecido sustancialmente en 1983, en especial las destinadas a la Comunidad Económica Europea y a Estados Unidos. Los productos que :se exportan a estos países son, sobre todo, bienes de consumo dada la estructura productiva de esas naciones.

Las importaciones españolas proceden también, en su mayoría, de estos 24 países. El saldo comercial -diferencia entre el valor de las importaciones y el de las exportaciones- ha mejorado con estos países, salvo con el Japón.

El déficit de la balanza comercial española ha empeorado con los países americanos, excluyendo Estados Unidos, con las naciones de la OPEP y con el resto del mundo. Los programas de ajuste de las balanzas de pago de los países latinoamericanos, condición impuesta para conseguir las ayudas del Fondo Monetario Internacional y de los grandes bancos internacionales, se han basado en una reducción drástica de sus compras al exterior, que han hecho descender las ventas españolas.

El mayor precio del barril de petróleo, expresado en pesetas, y la desviación de algunas compras de crudos hacia México explican el empeoramiento del saldo comercial con esta zona. El deterioro del tipo de cambio de la peseta ha hecho de que el desequilibrio comercial con los países de la OPEP, a pesar de haber crecido el volumen de ventas, se haya acentuado.

El mayor peso de unos mercados sobre otros ha provocado que cambien las exportaciones. España exporta automóviles hacia la OCDE, sobre todo hacia el Reino Unido, productos' animales, vegetales y alimenticios y bienes de consumo duradero y no duradero. Por debajo de la media se encuentran las exportaciones de maquinaria y material de transporte. A Estados Unidos se venden productos alimenticios y bienes de consumo no duraderos (conservas vegetales, zapatos y similares).

Balanza de pagos

Los países de la OPEP son importantes compradores de bienes de consumo en general y de maquinaria. Latinoamérica compraba, hasta la puesta en marcha de sus planes de estabilización, maquinaria y material de transporte.Los datos de la balanza de pagos, según el registro de caja del Banco de España, confirman la mejoría de la evolución de la economía española. El déficit de la balanza comercial, a finales de noviembre, se coloca en 7.980 millones de dólares, que representa una mejora de 1.769 millones sobre el mismo período del año anterior.

La balanza de servicios y la de transferencias muestran ligeras variaciones sobre los mismos meses de 1982. Ello hace que la balanza por cuenta corriente, con un saldo negativo de 4.809 millones de dólares, haya mejorado en la misma cantidad que la balanza comercial.

El menor recurso al endeudamiento exterior por parte de la economía española durante 1983, el mantenimiento de las inversiones extranjeras directas y las menores necesidades de financiación de exportaciones, al crecer bastante más las de bienes de consumo que las de bienes de equipo y dirigirse hacia naciones más solventes, explican la escasa variación en la balanza de capital a largo plazo.

Con todos estos datos se llega a que en los 11 primeros meses se han perdido 518 millones de dólares de reservas -no habiéndose utilizado una cantidad equivalente del crédito al Reino de España del verano- mientras que hace un año la disminución de reservas superaba los 3.600 millones de dólares.