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Intentos de frenar el proceso bajista

Los expertos quisieron ver en las reuniones bursátiles de ayer unos ciertos síntomas de contención al proceso bajista. Si ellos lo dicen, por algo será. Pero lo cierto es que en los primeros compases de la reunión comenzaron a pintar bastos, de lo que dan fe los nuevos descalabros en el grupo eléctrico, y la situación, al menos en función de los índices generales, fue solucionada a última hora gracias a la repetición de Telefónica, que en estos casos acostumbra a convertirse en bálsamo de inapreciable valor.Las sevillanas fiscales, "sevillanadas" les llaman otros, continúan causando estragos en un mercado como el de acciones español, que de poir sí no está para asumir grandes retos competitivos. Los juegos de minusvalías, desgravaciones por suscripción o inversión en nuevos activos y la extensa oferta alternativa de inversión al mercado securidario de renta variable están constituyéndose en algo similar a un martillo pilón que aplasta a diario cualquier intento de mejorar el perfil de las bolsas.

En todo este proceso, y aunque ya resulte reiterativo apuntarlo, los valores más perjudicados vienen resultando los del sector eléctrico. Ayer el sobresalto vino de la mano de ese 35% al que se terminaron pagando las acciones de Sevillana, a pesar de que se. apuntaba la posibilidad de que existiese una sutil red protectora para evitar que el descalabro pudiera ser mayor. La repetición de Hidrola se remitía, según diversos sectores, a la influencia directa de los santeros, gracias a cuyas plegarias este valor consiguió salir bastante bien librado de la quema de ayer.

La preocupación despertada por Sevillana tiene su razón en el hecho de que esta compañía ha satisfecho ya su dividendo a cuenta de los resultados del presente ejercicio, por lo que su precio se constituye en una referencia obligada para las cotizaciones a las que se pueden ver remitidos el resto de los precios del sector, una vez sean ilescontados los dividendos que harán efectivos los próximos días 30 y 31.

El grupo bancario tampoco fue capaz de romper con la monotonía de días anteriores. Bien es cierto que los poco más de mil títulos a la compra, que ofrecía como solitario saldo comprador el Popular, no constituían un argumento del suficiente peso como para intentar el inicio de un proceso alcista. No obstante, ninguno de los integrantes del sector manifiesta el menor entusiasmo por significarse en este sentido, y parece como si todos se hubiesen puesto de acuerdo para presentar unos saldos discretamente vendedores, hacerles frente en un 50%, y proceder directamente a repetir los cambios anteriores.

En cuanto a los dos valores de casi obligada referencia, El Aguila y Eléctiricas Reunidas de Zaragoza, presentaron unas evoluciones dispares. En el caso de la compañía cervecera su cambio de cierre de ayer se estableció en el 88,5%, con una pérdida de 4,5 enteros. Sin embargo, y según algunos testimonios, a ese precio apareció un comprador con sorprendentes proximidades a alguna de las instancias interesadas en las maravillosas operaciones que se daban por seguras hace poco más de un mes. En cuanto a Reu,nidas de Zaragoza, sus derechos de suscripción se pagaban ayer 7,50 pesetas más caros que en la sesión anterior, y comenzaron a aparecer algunos tímidos compradores, probablemente incentivados por los bajos precios a los que resultaba la suscripción de los nuevos títulos.

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