Ministros y parlamentarios buscan un acuerdo en Estrasburgo para fijar el presupuesto europeo
Ministros y parlamentarios europeos no han conseguido llegar a un acuerdo para definir el presupuesto del Parlamento Europeo para 1984, a pesar de las recomendaciones de la Comisión Europea para encontrar un compromiso antes de la votación definitiva, que se celebrará hoy en esta ciudad francesa. Las dificultades para encontrar un compromiso en las finanzas de la CEE influirán negativamente en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores, que se celebrará en Bruselas el próximo día 20, para tratar de la ampliación de la Comunidad.
El Consejo de Ministros de la CEE, máximo órgano de decisión, estima que el Parlamento Europeo es demasiado "derrochador", y califica implícitamente de "irresponsables" a los parlamentarios, porque están "poniendo en peligro el equilibrio financiero de los diez".
El Parlamento Europeo, por su parte, sigue manteniendo la puesta en marcha de tres actua ciones, que no estima demasiado costosas: la reforma de la Política Agraria Común (PAC), la contribución británica y la definición de un espacio industrial europeo. El Parlamento consideraque la racionalización de los gastos agrarios -que suponen casi el 70% del presupuesto comunitario- puede lograrse mediante la creación de una reserva de 825 millones de ECU (unidad de cuenta europea, equivalente a 0,90 dólares), mientras que la Europa verde recibe 16.000 millones de ECU.
En cuanto a la contribución británica, el Parlamento es partidario de bloquear el cheque de Margaret Thatcher, equivalente a 1.200 millones de ECU, y destinarlo a gastos para nuevas políticas comuntarias. Finalmente, la definición de un espacio industrial europeo debería gozar de 1.200 millones de ECU, lo que permitiría la instauración de nuevas políticas comunes.
Pero el Consejo de Ministros de la CEE sólo ha aceptado parcialmente estas propuestas, ya que para la reforma de la PAC sólo admite un total de 350 millones de ECU, adaptando sólo 456 millones de ECU en lo referente a la contribución británica, y no se ha pronunciado sobre el espacio industrial. Aunque los parlamentarios europeos parecen dispuestos a realizar algunas concesiones en sus planteamientos, el Consejo de Ministros no está dispuesto a ceder.
Por su parte, la Comisión Europea, que teóricamente debería servir como vehículo para hallar una fórmula de compromiso, también defiende una reducción global de gastos, tanto para la política agraria como para los fondos regionales, sociales y energéticos.
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