Fracasa el acto de conciliación entre la Compañía Telefónica y la inmobiliaria Darsa

Representantes legales de Darsa de Barcelona, SA Inmobiliaria, y de la Compañía Telefónica Nacional de España no lograron ningún acuerdo en el acto de conciliación que celebraron ayer ante el Juzgado de Distrito número 20 de Barcelona, promovido a instancias de la constructora. La inmobiliaria pretendía, entre otros objetivos, que se le reconociera como propietaria de las viviendas que, bajo un peculiar régimen de arrendamiento, ocupan un millar de trabajadores de Telefónica.Las viviendas fueron construidas en cumplimiento de la legislación de los años 60, que obligaba a las grandes empresas a proporcionar pisos a un determinado porcentaje de sus trabajadores. La duración de los contratos estaba vinculada a la vigencia de la relación laboral. Esto ha ocasionado conflictos entre trabajadores y las inmobiliarias constructoras, que han intentado resolver los contratos a medida que se han ido jubilando los trabajadores.

La inmobiliaria ofreció la venta de las viviendas a sus ocupantes, pero a la hora de la fijación de su precio es cuando han aparecido los problemas entre Darsa y Telefónica, que ha tomado partido a favor de sus trabajadores. Para el acto de conciliación se había citado al presidente de la compañía, Luis Solana, y al director de Asuntos Sociales, Antonio Masanés, quienes delegaron en un procurador de la compañía, que presentó como hombre bueno a su responsable del gabinete jurídico, Manuel Torres Izquierdo.

En el acto de conciliación, el representante de la compañía presentó un documento en el que se señalaba que la demanda de la inmobiliaria era "temeraria e improcedente por no ser ciertos los presuntos hechos injuriosos que indeterminadamente se mencionaban" y propuso intentar una solución proponiendo "una aveniencia comprensiva y conciliadora".