En el momento del choque, el piloto de Aviaco y la torre de control trataban de aclarar por radio la posición del DC-9
El comandante del DC-9 de la compañía Aviaco accidentado el miércoles en Madrid, Augusto Almoguera, estaba hablando con la torre de control del aeropuerto de Barajas en el mismo momento en que se produjo el choque con el Boeing 727 de Iberia, a las 9-50 horas. Así consta en la cinta magnetofónica que recoge las conversaciones mantenidas esa mañana entre el comandante Almoguera y la torre de control, desprecintada ayer por la comisión investigadora en presencia del juez José Ruiz Ramos, según informaron a EL PAÍS fuentes solventes relacionadas con la investigación.
El testimonio grabado revela que el controlador solicitó la situación del DC-9 momentos antes del accidente y que, tras unos minutos de conversación y pausa, el comandante Almoguera sólo puede decir: "Sigo sin encontrar...". En ese momento, se escuchan los sonidos estridentes y cruzados de la colisión.El piloto de Aviaco, Augusto Almoguera, inició un primer contacto con la torre de control cuando su aeronave se encontraba en los hangares de aparcamiento del aeropuerto, dispuesto a dirigirse a la pista de despegue. Después de los trámites habituales, el controlador le pide, también como medida habitual, que reporte (que se ponga en contacto con la torre de control según la jerga empleada en la navegación aérea) cuando se sitúe en la puerta J (Juliet), y que vuelva a reportar en el momento en que el avión llegue al punto conocido como Oscar 5 de la pista de rodadura, la que debió haber empleado si hubiera emprendido el ritmo correcto.
Esta segunda petición de puesta en contacto con la torre de control obedece a que otro avión, al parecer un jumbo 747 de Iberia, estaba esperando a que el DC-9 de Aviaco abandonara la pista de rodadura, para realizar el mismo recorrido de aproximación a la pista 01.
Sin embargo, el avión que pilotaba Augusto Almoguera entró por la calle exterior Juliet, la que le conduciría a chocar con el Boeing de Iberia momentos después. El comandante Almoguera entra en contacto con la torre de control empleando la frecuencia de radio de rodadura 121.1 megaciclos, y le comunica que no ha encontrado todavía el punto Oscar 5. El controlador responde: "Aviaco uno-cinco-cuatro (el número del vuelo). Reporte su posición exacta en el parque". El comandante Almoguera le contesta que se encuentra en la rodadura de la pista 01 con rumbo uno-nueve-cero.Este dato indica que, en ese momento, el DC-9 ya estaba, sin saberlo el comandante Almoguera, en la pista de despegue que iba a utilizar el aparato de Iberia. El hecho de haber tenido que realizar un viraje de 45º para situarse en la pista errónea, exactamente los mismos grados que habría efectuado si hubiese estado en la pista correcta, unido a que el rumbo es también idéntico, 190 -ya que la calle de rodadura y la pista de despegue son paralelas-, motivó que el comendante de Aviaco creyese que se hallaba en la situación correcta. También esto despistó al controlador, confiado igualmente en que la posición era la adecuada. Sólo un dato no encajaba: ¿Por qué no llegaba, si iba bien, al punto Oscar 5, donde debía reportar de nuevo con la torre de control?. Esto mismo le pregunta el controlador, tras una pausa, a lo que el comandanteAlmoguera responde: "Sigo sin encontrar...". No le dió tiempo a completar la frase.
Radar de superficie
Miembros del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) compañeros del fallecido insistieron ayer en que si el aeropuerto de Barajas hubiera contado con un radar de superficie "quién sabe si la tragedia se podía haber evitado, pero siempre queda la duda". "Esos momentos que perdieron ambos, el comandante y el controlador, intentando explicarse por qué no encontraba en punto O-5, y cuya duración aún no la conocemos,", afirmó uno de los pilotos del SEPLA, "podían haberse aprovechado para que el controlador, que con el radar de superficie habría visto que el DC-9 se había adentrado en una ruta equivocada, alertase del máximo peligro al comandante Almoguera".De la audición de la caja negra, concretamente del Voice Recorder (grabador de sonido) del Boeing de Iberia, se desprende que uno de los comentarios que realiza el comandante Carlos López Barranco se refiere a las dos potentes luces que se encuentra inesperadamente de frente, correspondientes al DC9. Ayer, el comandante López Barranco prestó declaración en el Juzgado número 5 de Madrid, encargado del sumario del accidente. La dirección de Iberia impidió que López Barranco compareciera ayer ante los informadores por entender que podía no estar preparado psicológicamente para enjuiciar lo ocurrido.
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