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La URSS no anunciará hasta mayo su posible participación en los Juegos Olímpicos

La delegación soviética dio por finalizada su visita con una conferencia de prensa en el hotel Sheraton, donde se hospedaba. Seguramente la noficia de este contacto con la Prensa local fue la causante de que al final se descubriera el paradero de los 14 delegados de la URSS y, coincidiendo con la misma, se organizara una pequeña manifestación frente al hotel en protesta por el derribo del avión surcoreano, en la que participaron unas 30 personas.Marat Gramov, presidente del Comité Olímpico de la URSS y ministro de Deportes, provisto de un sentido del humor bastante británico y de una semántica típicamente soviética, aseguró que tras visitar la ciudad y las instalaciones olímpicas, la impresión de su delegaoción era positiva en cuanto a la participación de su país en los Juegos, pero reiteró que la decisión final no se tomará hasta el 28 de mayo, aproximadamente, es decir, dos meses antes de la ceremonia de apertura.

Preguntado por las razones sobre esta indecisión; Grámov, con la mejor de sus sonrisas, dijo: "No vemos ninguna razón para que la Unión Soviética no vaya a participar en los Juegos, pero al mismo tiempo existe una serie de problemas que están aún por solucionarse".

Al ser preguntado a qué problemas se refería, Marat Gramov se negó a concretar, aunque añadió que era muy importante que el comité organizador se atuviera a los reglamentos olímpicos, aunque también evitó mencionar si su delegación había encontrado violaciones de los mismos durante su visita de inspección.

Gramov no quiso hablar de temas políticos, e insistió en que nuestra opirdén sobre los Juegos Olímpicos de Los Ángeles es positiva. Pensamos darán una fenomenal oportunidad a los jóvenes del mundo entero para reforzar su amistad y su entendimiento".

Un barco soviético

Sin embargo, el tono general de los soviéticos, incluso cuando criticaron algunas cuestiones que no eran de su gusto, como la excesiva distancia entre los estadios, la polución o la piscina olímpica, dio a entender en todo momento que su intención era la de participar.

A este respecto, la delegación soviética pidió que sus atletas se alojasen durante los Juegos en la Universidad de Los Ángeles, en lugar de la Universidad de California, por considerar que la primera de las dos universidades donde se hallará la villa olímpica estaba situada en una zona menos contaminada.

Gramov anunció también que Aeroflot ya había pedido permiso para 25 vuelos charter durante los Juegos, así como que el Comité Olímpico soviético tenía la intención de atracar un barco en el puerto de Long Beach para utilizarlo como cuartel general y oficina de sus relaciones públicas, una idea que fue sugerida en primer lugar por el Gobierno de Italia.

Sobre los derechos de televisión para los países del bloque socialista, el ministro soviético indicó que, a pesar de que aún no se ha llegado a un acuerdo, las negociaciones estaban bien encaminadas y que podía asegurar que los ciudadanos soviéticos verían los Juegos en su salita de estar.

A la pregunta de si Los Ángeles le había parecido una ciudad tan peligrosa y violenta como la pinta Pravda, Marat Gramov miró a los restantes miembros de su delegación y dijo: "A pesar de su nombre, estoy seguro de que todos ustedes estarán de acuerdo en que no todo son ángeles en esta ciudad. Pero, en general, veo que todos nuestros delegados siguen vivos".

Con estas declaraciones finalizaba la visita de la delegación soviética a las instalaciones Olímpicas de Los Ángeles. La gira de los representantes de la URSS se inició en México, donde Marat Gramov señaló que en su país no se conoce la palabra boicoteo y que se limitan a cumplir los mandatos de la carta olímpica.

Pese a los optimistas resultados de esta visita, la URSS se ha reservado el derecho de no anunciar oficialmente su participación hasta finales de mayo, al límite con los plazos establecidos por el Comité Olímpico Internacional.

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