Interrumpida la puesta en marcha de la central nuclear de Ascó por recalentamiento de un alternador

El primer grupo nuclear de Ascó ha tenido que interrumpir el proceso de puesta en marcha iniciado en el pasado mes de agosto por haberse producido una avería de relativa importancia en una bobina del alternador. Ascó I había conseguido alcanzar días atrás el 75% de su potencia y se aprestaba a saltar al 90% como paso último previo al pleno rendimiento cuando se detectó la irregularidad.

La avería consiste, al parecer, en un recalentamiento del alternador debido, según expertos consultados por este periódico, a un defecto de fabricación por parte de la firma Westinghouse, que ha destacado ya a Ascó a un equipo técnico altamente cualificado para intentar solucionar el problema. Aunque no existe ninguna previsión de cuándo podrá reanudarse Ia puesta en marcha de la central, parece mantenerse, sin embargo, la hipótesis de que Ascó I alcanzará el 100% de su capacidad antes de Navidad, con lo que su producción será de 930.000 kilovatios a la hora, colocados en la red eléctrica comercial a 380 kilovoltios de tensión.Ascó I pertenece en su totalidad a la compañía FECSA. Los primeros cargamentos de uranio, algunos de los cuales fueron transportados desde Estados Unidos en avión, llegaron a principios de 1981 permaneciendo almacenados durante casi dos años hasta que se realizó la carga del reactor. A mediados de junio, la central entró en fase de criticidad, es decir, una puesta en marcha teórica aunque sin ninguna elevación de potencia. Finalmente, en agosto pasado la central Ascó I fue sincronizada a la red de Alta Tensión, iniciándose inmediatamente el proceso de producción de energía eléctrica, todavía inconcluso.

25 toneladas de uranio

La central nuclear de Ascó recibió en la madrugada de ayer, lunes, un nuevo cargamento de uranio enriquecido, con destino al segundo grupo nuclear, cuyo reactor, según las previsiones de las compañías propietarias, será activado en el próximo mes de febrero. A pesar de que se trata del tercer transporte de uranio realizado en los últimos meses, no se ha completado todavía la cantidad de 78 toneladas métricas necesarias para cargar Ascó II.A las 4.30 horas de ayer, un convoy formado por varios camiones articulados, de gran tonelaje, y algunos vehículos auxiliares, llegó a Ascó transportando aproximadamente 25 toneIadas de combustible nuclear, denominado técnicamente uranio 238 enriquecido en un 2% con uranio 235. El convoy estaba fuertemente custodiado por fuerzas especiales de la Guardia Civil, al mando de un oficial que decidió poco antes de iniciarse la operación el itinerario a seguir entre cuatro propuestas formuladas por la superioridad y entregadas en sobre cerrado.

Según todos los indicios, el transporte se realizó por la autopista A-2 desviándose hacia Lérida para proseguir viaje por carreteras secundarias hacia la central nuclear. Se evita de esta manera pasar cerca de las populosas localidades del litoral tarraconense. Estos transportes suelen hacerse de noche para evitar retenciones en las carreteras y autopistas, así como para evitar problemas con grupos antinucleares y pacifistas.

Según una nota oficial distribuida por el Gobierno Civil de Tarragona, "el transporte se efectuó de acuerdo con la legislación vigente, con todas las autorizaciones necesarias y después de haber adoptado todas las precauciones y medidas de seguridad óptimas, pero sin previa difusión por razones elementales de seguridad".

El combustible nuclear llegó al puerto de Barcelona a principios de octubre procedente de Estados Unidos, siendo conducido a una parcela situada en la Zona Franca de la Ciudad Condal, propiedad de la compañía eléctrica FECSA, desde donde, periódicamente, se traslada a Ascó. Aparte del transporte de ayer, se han realizado otros dos los días 11 y 24 de octubre pasado, sin que se registrara ningún problema.

Fuentes próximas a la central nuclear aseguran que aún falta por llegar una cantidad de uranio indeterminada pero, en todo caso, no demasiado importante. Una vez en la central nuclear, el uranio es almacenado en el denominado edificio de combustible. Su nivel de radiactividad es prácticamente nulo por lo que no presenta ningún peligro.

Al tiempo que continúan llegando los cargamentos de uranio, la central nuclear Ascó II ha iniciado ya un período de pruebas en caliente, a fin de someter a control el circuito primario de refrigeración. Las pruebas consisten en la inyección de vapor de agua en las tuberías, lo que provoca grandes estruendos audibles en los municipios mas cercanos.

Aunque las pruebas en caliente vienen realizándose desde el pasado 29 de octubre, pueden prolongarse todavía durante dos o tres semanas. Una vez finalizadas, los técnicos revisarán y limpiarán a fondo el circuito primario, con lo que, si los resultados son positivos, la segunda central de Ascó estará a punto para la carga del reactor.