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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Franco, en 'La clave'

Con relación al programa La clave del 18 de noviembre, me considero oligada a formular las siguientes puntualizaciones:1ª El sentido permisivo que un régimen liberal lleva consigo no debe conducir al extremo de que se aproveche la televisión del Estado para la apología de una situación de fuerza y violencia corno la padecida por España en los 40 años famosos. Los invitados de significación franquista (doña Mónica Plaza, don Juan Ávalos y don Jesús Suevos) no dejaron de ensalzar al general Franco, queriendo hacernos creer que fue un santo varón, lleno de generosidad, amabilidad, bondad y amor a los españoles.

2ª El representante franquista señor Suevos fue inexacto desde el punto de vista histórico. Dijo que los primos de Franco, los hermanos De la Puente Bahamonde, estuvieron en zona beligerante distinta: el uno, con los sublevados, y el otro, con la República; que al primero lo hizo ayudante suyo, y al segundo hubo de fusilarlo, con gran dolor, en virtud de sentencia. Lo cierto es que ambos hermanos De la Puente Bahamonde vieron el inicio de la contienda en la zona de los sublevados contra la República y que, concretamente, Ricardo de la Puente Bahamonde era jefe del aeródromo militar de Tetuán y se mantuvo fiel al Gobierno de la República. Por esto, por no unirse a la insurrección, fue fusilado a los pocos días de iniciada la guerra, tras un juicio sumarísimo, en que se calificó de rebelión el hecho de no sublevarse. El general Franco, a título de "autoridad judicial-militar de la zona de Marruecos", aprobó la sentencia. Esta es la verdad histórica, fácilmente comprobable en los archivos.

3ª La intervención del consejero de Estado y vicedecano del Colegio de Abogados de Madrid, don Gregorio Peces-Barba del Brío, fue desafortunada. En primer término, para señalar un ejemplo de la guerra civil terminada con generosidad, no era preciso acudir a la guerra norteamericana de Secesión. Podía habese referido a la primera guerra carlista española, al abrazo de Vergara, al hecho de que los generales Espartero y Maroto se abrazaran cordialmente a

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