El consejero de Deportes del Gobierno de Cantabria pedirá la supresión del boxeo profesional en España
Ramón Teja Casuso, consejero de Cultura, Educación y Deporte del Gobierno cántabro, defenderá en la próxima reunión de consejeros regionales con los máximos responsables del CSD la supresión del boxeo profesional en España. El encuentro servirá para planificar la próxima política deportiva del Estado español.
Aun cuando no es posible asegurar hoy que vaya a prosperar la su gerencia, existen manifestaciones a título privado que permiten confiar en el apoyo por parte de los rectores del Consejo Superior de Deportes. El propio consejero de Cantabria ya consultó con sus compañeros del Grupo Popular y cuenta con el respaldo unánime a tal demanda. A este respecto se recuerda la reciente decisión del alcalde de Oviedo prohibiendo la práctica del boxeo en las instalaciones municipales de la capital asturiana.La propuesta no fue tratada en la última reunión de consejeros y el CSD por falta de tiempo, pero sí tomada en consideración. Ramón Teja estima que "tal como está planteado el boxeo profesional, tiene muy poco de deporte. Ha degenerado hasta convertirse en una lucha con caracteres inhumanos que deja secuelas en un elevadísimo porcentaje de sus practicantes, o causa muertes".
Ramón Teja, catedrático de Historia, fue el primer decano de la joven facultad de Filosofía y Letras de Santander. Permanece, por segunda legislatura consecutiva, al frente de la cartera de Cultura, Educación y Deporte del Gobierno de Cantabria, después del triunfo de la Coalición Popular en las elecciones al Parlamento regional. Pese a las presiones que Alianza Popular ha hecho para aumentar el número de sus militantes en el gabinete cántabro, Teja sigue en el cargo como independiente. Propugna, no obstante, la promoción del boxeo aficionado, "no como hasta ahora, pues surge con los mismos vicios que el profesionalismo, puesto que representa el primer paso hacia ese segundo nivel del pugilismo".
En opinión de Ramón Teja, el boxeo amateur, tal como ocurre en los países donde no está autorizado el profesional, resulta un deporte aceptable, que desarrolla la preparación física, corrección, educación, etcétera. Propugna también la anulación de las subvenciones oficiales en tanto no se produzca la supresión del profesionalismo, y no descarta la posibilidad, si no progresa su propuesta a nivel del Estado, de dictar la prohibición a escala regional.
Las reacciones a favor y en contra no se han hecho esperar, y con mayor resonancia se han registrado estas últimas. Así, la Federación Cántabra de Boxeo remitió un escrito a los periódicos regionales en el que calificaba la sugerencia de inconstitucional "porque todo español tiene derecho a elegir libremente su profesión", y ofrecía argumentos que propugnaban la continuidad, así como ejemplos sobre la consideración que se tiene del pugilismo en numerosos países.
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