El proyecto y cuatro alternativas

La idea de la variante de Aranjuez arranca del año 1956. El primer plan de ordenación urbana, aprobado en 1969, incluía la realización de una variante. Esta idea desembocó en el proyecto actual, que se incluye en el siguiente plan de ordenación, de 1981, ajustado a la nueva ley del Suelo y aprobado por la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Área Metropolitana (Coplaco)."Los técnicos pusieron como condición que la Dirección General de Carreteras se comprometiera a realizar la variante porque era un punto fundamental respecto al planeamiento urbano. En las reuniones mantenidas a este respecto participó también la Dirección General de Bellas Artes, por cuanto afecta ese trazado viario al conjunto histórico-artístico de Aranjuez", explica José Echeverría, arquitecto municipal de Aranjuez.

La realización del proyecto aprobado costará 2.000 millones de pesetas, según estima el concejal de Urbanismo y teniente de alcalde, José Tejeiro.El recorrido es de 15,5 kilómetros, "pero", según matiza el arquitecto municipal, "se quiere acortar unos cuatro kilómetros, en la salida, para que el empalme se produzca en un punto,desde el que el viajero pueda ver Aranjuez". No obstante, hay un problema para este retoque: en la zona existe una reserva mundial de lepidópteros que puede ser afectada.Este proyecto contempla cuatro accesos entre la variante y el núcleo urbano: por el Norte y el Sur, los tramos actuales, y por el Oeste, en un punto casi intermedio de la variante, un ramal que sigue la antigua carretera de Toledo y que se bifurca en dos para flanquear la entrada a la ciudad.

Las otras cuatro posibles alternativas son las siguientes:

1. Mantener el trazado actual.

2. Bordear Aranjuez por el Este, desde la salida del puente Largo hasta casi el punto de confluencia de la carretera de Andalucía con la general de Toledo.

3. Realizar un arco por el Oeste, sobre el trazado actual, que rodee el núcleo urbano.

4. Mantener el trazado actual y efectuar un sistema de pasos deprimidos dentro del casco urbano.

Las tres primeras alternativas se incluyen en los estudios anteriores realizados por el MOPU. La última es una propuesta reciente de los sectores que se oponen a la variante a punto de ser realizada.