Un baptista del atletismo

Edwin Moses, 28 años, es uno de los 13 millones de estado unidenses que tiene como religión el baptisino, secta protestante que reconoce el bautismo de los adultos por inmersión. A los 11 años comenzó a practicar el atletismo y a los 20 se especializó en 400 metros vallas, donde sólo ha conocido cuatro derrotas la última el 26 de agosto de 1977. Desde entonces, lleva 87 victorias consecutivas. Ha sido campeón olímpico, campeón del mundo y tres veces ganador de la Copa del Mundo representando a su país. El récord mundial lo ha batido en cuatro ocasiones y ha realizado las nueve mejores marcas de todos los tiempos.Da 13 pasos entre valla y valla. Actualmente se entrena para dar 12. Éso le supondría rebajar el récord mundial (47.02) en medio segundo. Prepara concienzudamente cada carrera y repite machaconamente en los entrenamientos los mismos apoyos. Aún así dice tener a veces fallos técnicos en el paso de las vallas, fallos que no supone dar ventaja alguna a los rivales porque, a media carrera, ya los ha distan ciado los suficiente como para que jamás se haya sentido inquietado por la derrota. En la final del mundial de Helsinki se le desató la zapatilla en la última valla. Ya era demasiado tarde para que le alcanzaran. Sólo tuvo que tener cuidado de no pisarse los cordones.

Es uno de los líderes de la lucha contra el doping en el deporte. Sus acusaciones y censuras le han supuesto que algunos atleta dejaran de considerarle amigo.