El acuerdo sobre la identidad árabe de Líbano abre esperanzas en la conferencia de Ginebra

El Congreso de Reconciliación Nacional libanés, reunido en Ginebra, alcanzó ayer un tímido principio de acuerdo, después de largas horas de negociación y debate, sobre un borrador en el que se define "la identidad de Líbano". El acuerdo fue anunciado por el plenario del congreso después de oir el informe de la comisión especialmente designada para elaborar este borrador y que, aparentemente, había terminado sus trabajos sin Negar a una solución.

El documento, que no es definitivo ni está, rubricado, señala que Líbano es un país soberano, 'libre, independiente y unido en el plano de las instituciones, el territorio y las comunidadesque lo habitan dentro de las fronteras que fija la Constitución, reconocidas internacionalmente. El documento asegura también, de modo explícito, que "Líbano pertenece al mundo árabe, es miembro fundador y activo de la Liga Árabe por propia naturaleza e identidad". Pero a Walid Jumblat no parece satisfacerle demasiado la fórmula y exige "otras garantías" que preserven la identidad nacional de Líbano, como puede ser la revisión del acuerdo israelo-libanés sobre la retirada de tropas extranjeras.Como es obvio, no se hace mención alguna en este documento al acuerdo israelo-libanés firmado entre los Gobiernos de Beirut y de Jerusalén el 17 del pasado mes de mayo, y que se ha convertido en la manzana de la discordia de la conferencia. Unos desean su abrogación; otros, su congelación, y algunos, su aplicación.Tres horradoresEl texto refunde tres borradores presentados la víspera. El prirriero, por la oposición que encabeza el jefe de la comunidad drusa, Walid Jumblat, líder del Partido Socialista Progresista; Nahib Berry, musulmán chiita y jefe del movimiento Amal; Rachid Karamé (sunita), ex primer. rránistro, y Suleiman Franjié (maronita), ex presidente de laRepública.

El, segundo texto, "oficialista y progubernamental", recoge las tesis de Camille Chaniun, líder del Partido Nacional Liberal.

El tercero fue presentado por Saeb Salam, musulmán sunita, hombre moderado y políticamente independiente.

La conferencia continúa dominada por una gran crispación. Ayer, por ejerriplo, Suleiman Franjié se negó a pasar uno de los controles de seguridad, y sólo después de que el presidente Gemayel deseendiese de su suite y le pidiese encarecidamente que viniese a la sala el viejo maronita accedió a la súplica. No sin antes precisar que no aceptaba la humillación de ser tan severamente cacheado.

Una prueba más de esta tirantez la protagonizó ya el primer día de la conferencia Walid Jumblat, a quien, al intentar pasar por los controles de seguridad, le fue detectada una pistola. Jumblat se negó a entregarla hasta que no obtuvo garantías suficientes de que el presidente Amin Gemayel se encontraba también desarmado.