El congreso del Movimiento Comunista aprueba la separación orgánica del EMK
El IV Congreso del Movimiento Comunista (MC) aprobó ayer, con sólo 12 votos en contra de los 500 delegados asistentes, la separación orgánica del Movimiento Comunista de Euskadi (EMK).
Ello no significa, según los dirigentes del MC, una crisis en la organización del Movimiento Comunista. Se plantea como "una nueva forma de unidad, más ajustada a la realidad de la lucha por el comunismo revolucionario" y adaptada a la fisonomía propia de Euskadi, "que precisa un movimiento popular radical fuerte, al contrario que en el resto del Estado". Este hecho exige, según los congresistas, un mayor margen de maniobra para el MC en Euskadi.
Los más de 500 congresistas presentes en la jornada de clausura respaldaron prácticamente sin fisuras la propuesta del comité federal saliente y del último congreso del EMK. La modificación de estatutos prevé que el MC y el EMK celebren reuniones periódicas, "sobre la base del mantenimiento de la unidad política e ideológica", y que en las reuniones del comité federal del MC participen invitados delegados del EMK.
El congreso aprobó tres resoluciones, sobre las medidas antiterroristas del Gobierno socialista, Centroamérica y la reforma agraria. Una de las novedades del congreso es la desaparición del cargo de secretario general. El partido tendrá a partir de ahora una dirección colegiada.
Las tres resoluciones aprobadas por los congresistas son un duro ataque a la política del Gobierno del PSOE, que consideran derechista y comparable, en su política, con el del ex presidente Leopoldo Calvo Sotelo.
En el acto de clausura intervinieron representantes del Frente Revolucionario Democrático de El Salvador, Partido Socialista de Gibraltar, Congreso General de los Estudiantes de Líbano, y Movimiento de Liberación del Archipiélago Canario.
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