La panda 'Shao-Shao', madre de 'Chu-Lin', será disecada y convertida en pieza de museo

Shao-Shao, la hembra panda que desde hace cinco años vivía en el parque zoológico de Madrid, madre de Chu-Lin, falleció a las 22.40 horas del pasado domingo a causa de una enteritis hemorrágica, infección intestinal provocada por agentes patógenos aún no determinados. Shao-Shao, cuyo cadáver permanecía ayer en un frigorífico, no será incinerada como los demás animales que fallecen en el zoo. El cuerpo de esta hembra panda de nueve años será disecado y convertido en pieza de museo, y se expondrá en el parque.

Durante todo el día de ayer, tanto los empleados del zoo como gran número de madrileños, que no cesaron de llamar por teléfono al parque, vivieron una jornada de pesar y de duelo por la muerte de la madre de Chu-Lin (Tesoro entre los Bambúes). El pasado domingo, a las 9 horas, según recuerda la veterinaria Liliana Monsalve, Shao-Shao (Continuidad) jugó con el pequeño Chu-Lin como todos los días, sin que se pudiera apreciar en el animal ningún síntoma del drama que se desencadenó después. "Su aspecto era excelente y se movía con normalidad", recuerda laveterinaria. Más tarde, el animal defecaría heces empapadas en sangre, que motivaron la alerta entre los veterinarios y los cuidadores.La pérdida de sangre fue constante y el animal comenzó a decaer con gran rapidez. Dos veterinarios, dos asistentes, el director y la directora técnica del zoológico de Madrid estuvieron en todo momento a su lado. Incluso se preparó un quirófano por si era necesario intervenir a la hembra panda.

Andrews Green Wood, espe cialista en animales salvajes, que colabora con el zoo madrileño desde hace años, viajó con urgencia de Londres a Madrid para tratar de salvar la vida de Shao Shao, pero el proceso fue impa rable. A las 20 horas, a pesar de su estado y de que no había digerido ningún alimento, aún tuvo fuerzas para jugar con su cachorro. Sin embargo, a las 22 horas Shao-Shao entró en estado irreversible y nadie pudo hacer nada por salvarla.

Medidas preventivas

El resultado provisional del necropsia practicada después del fallecimiento es que la muerte se produjo por una enteritis hemorrágica, pero los resultados definitivos no se concocerán hasta pasado un tiempo. Los especialistas siguen realizando análisis para conocer el agente infeccioso que produjo la muerte. Algunas muestras de los tejidos corporales de la panda fallecida se han enviado a Gran Bretaña para que sean analizadas.

Tanto Chang-Chang (el macho adulto) como Chu-Lin se encuentran en tratamiento preventivo. Se han desinfectado los alrededores de su zona y se ha quemado la paja del área donde habitaba Shao-Shao.

Los dos pandas machos del zoo se encontraban ayer inquietos y entristecidos, según manifestaron sus cuidadores. Chu-Lin había dejado de mamar dos días antes de producirse la muerte de su madre y había comenzado a dormir separado, porque para la próxima primavera se iba a intentar que Shao-Shao fuera fe cundada de nuevo.

Separados por alambre

Chang-Chang, que permane cía separado de la hembra desde el nacimiento de Chu-Lin, el mes de septiembre del pasado año sólo disfrutaba de la presencia de Shao-Shao durante dos o tres horas al día, con el fin de evitar posibles enfrentamientos con el pequeño panda.

Separados por una malla de alambre, Chang-Chang y Chu-Lin no han estado nunca juntos. Los veterinarios temen que Chang-Chang, que pesa 100 kilos, pueda hacer daño en uno de sus juegos al pequeño, que pesa 40 kilos. Sin embargo, Chu-Lin ha intentado en algunas ocasiones trepar por la malla de alambre y saltar el muro que les separa.

Tomás Cerdán, director del zoológico, fue el encargado de comunicar el fallecimiento de Shao-Shao a la Casa Real, a la embajada de la República Popular de China (que regaló los pandas a los Reyes de España hace cinco años) y al alcalde de Madrid, Enrique Tierno. El director pidió ayer mismo, tanto al alcalde como a la Casa Real, que actúen como mediadores para conseguir que el pueblo chino done al zoológico de Madrid una nueva hembra.

Aún en el caso de que estas gestiones tengan resultado positivo, la pérdida de la panda Shao-Shao se considera irreparable.

Margarita Celma, directora técnica del zoo de Madrid, calificó el fallecimiento de la hembra como un caso de "excepcional mala suerte". Shao-Shao tenía nueve años. Había alcanzado la edad adulta, pero era muy joven para morir. La vida media de estos animales es de 20 años.