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Rato, SA, empresa del grupo Montesa, suspende pagos

Rato, SA, sociedad conectada con la empresa dedicada a la fabricación de motocieletas Montesa, SA, presentó ayer suspensión de pagos en el juzgado decano de primera instancia de Barcelon& Montesa, SA, también suspendió pagos el pasado día 2. Rato declaró un activo de 41 millones de pesetas y un pasivo de 41 millones. La suspensión será tramitada por el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Barcelona.

Rato, SA, tenía un importante paquete de acciones de Montesa. De los 30 millones fundacionales de Montesa, Rato, SA, participó con el 49% de las acciones. La actividad de Rato, según los documentos presentados al juzgado, consiste en la gestión propia patrimonial. El elevado activo declarado comprende terrenos y edificacíones -500 millones de pesetas- y propiedad industrial -480 millones de pesetas- . Rato, SA, es propietaria de los inmuebles que albergan a la Mbrica Montesa y de patentes, marcas y otras Propiedades industriales relacionadas con el fabricante de motocicietas.Montesa, SA, declaró como motivos de su suspensión de pagos la caída del mercado interior y la creciente competencia de los fabricantes japoneses de motocicletas. Las ventas bajaron de 21.611 unidades en 1977 a 8.029 unidades en 1982. En la memoria que presentó ante los juzgados barceloneses acreditó un activo de 997 millones de pesetas y un pasivo de 731 millones.

En la memoria se detallaban los esfuerzos de Montesa para reducir costes y plantilla, participando en el fenecido plan de reconversión del sector, elaborado por empresas, trabajadores y centrales sindicales. Este plan de viabilidad, elaborado por el Centro de Estudios y Asesoramiento Metalúrgico (CEAM) y financiado por la Generalitat de Cataluña y por las empresas del sector, fue discutido con las centrales sindicales.

El 11 de noviembre de 1982 se firmó el acuerdo. Éste suponía la reducción del sector a dos grupos industriales: Montesa, que absorbería a Ossa, y Derbi, que absorbería a Bultaco. Además, se consignaba la aportación financiera de un 7% de recursos externos y la reducción de prácticamente la mitad de la plantilla de estas empresas, unos 800 trabajadores.

Simultáneamente, Montesa formalizaba con la japonesa Honda un acuerdo de cooperación tecnológica. El fracaso del plan, en gran parte por culpa de la indecisión de la Administración, y la falta de tiempo para que el acuerdo con Honda fructificara conllevaron la suspensión de pagos. Actualmente se está estudiando un plan, de reconversión del sector, propiciado por la Generalitat y por el Ministerio de Industria.

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