'La venganza', reconciliación frustrada
Se dice al principio de La venganza que "simplemente pretende contar los trabajos y los días de una cuadrilla de segadores", pero ello no es exacto: Juan Antonio Bardem quiso proponer también una parábola sobre la reconciliación nacional, un olvido definitivo de la Guerra Civil porque "se me antoja que todos formamos como una gran cuadrilla..., todos segando la misma mies", según narra el personaje literario del filme. Su intento quedó congelado por la censura que aquel mismo año de 1958 recortaba las intenciones de Ferreri en El pisito y obligaba a un nuevo final en El inquilino, de Nieves Conde. El cine español sólo apoyaba los cuplés, al Joselito que entonces comenzaba, a las chicas de la Cruz Roja, a Lola Flores, a los 15 bajo la lona y, final mente, al triste destino amoroso de Alfonso XII. Cuanto quería proponerse como aportación más seria quedaba encorsetado en las intenciones. "Yo pensaba entonces en el cine como arma política", declara Bardem, "y en la posibilidad de que el público lo entendiera así aunque le habláramos en un lenguaje en clave".La venganza reunió a un grupo de actores famosos -Carmen Sevilla, Jorge Mistral y Raf Vallone- para alcanzar una comercialización suficiente, lo que logró junto a un premio del Festival de Cannes; se desplazó a los campos castellanos cuando el cine rural iba ya desapareciendo de España, y buscó indirectamente el resultado apetecido. La parábola, sin embargo, quedó ahogada por el propio melodrama. "Me obligaron a situar la historia en 1930, con lo que se echaba al liberalismo la culpa de cuanto ocurría". El fresco social sólo quedó apuntado en los pasajes de la siega, en la huelga, en lá aparición de las máquinas, en el incendio, aunque a veces se ilustraron con coros imposibles, con frases rebuscadas o con ese terrible acento castellano de los segadores andaluces: un trabajo, pues, a medio camino tanto por las imposiciones de la época como por una cierta inevitable ingenuidad, pero que refleja, a pesar de todo, el buenhacer de Bardem, su cuidado en el encuadre y en la progresión dramática, su eterna lucha por adecentar un cine al que no dejaban crecer.
La venganza se emite a las 20.30 horas por la segunda cadena.
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