Miembros de grupos activos de ETA Político-militar abandonan el terrorismo y se acogen a la vía de la negociación
Mientras ETApm VIII Asamblea y ETApm línea KAS se disputan la exclusividad de las siglas Político-militar en una carrera de acciones violentas, una veintena de miembros de estas organizaciones han optado por abandonar las actividades terroristas y sumarse a las salidas negociadas abiertas hace más de año y medio por Juan María Bandrés y el entonces ministro del Interior, Juan José Rosón. A esta veintena de activistas decididos a optar por esta vía podrían sumarse otras cuatro o cinco personas, pertenecientes a otros grupos etarras o descolgados de sus organizaciones.Como resultado de las gestiones realizadas en los últimos meses por el diputado nacionalista Joséba Azkárraga y el propio gobernador de Vizcaya, Julián Sancristóbal, tres presos que formaron parte del denominado Comando Electrónico de ETApm han sido excarceidos y cinco antiguos activistas refugiados en Francia han cruzado la frontera y normalizado su situación.
Se trata, según una información publicada por el Diario Vasco, de los ex presos Ángel Re (El Astur), de los hermanos Sansinenea y de los refugiados Agurtzane Arrasate, Mónica Gárate, José Ignacio Larraza (Josepo), - Amagoya- Abaitua y una quinta persona cuyo nombre no ha sido determinado. Agurtzane Arrasate y Mónica Gárate están casadas con José Ignacio Aramayo y Alberto Mendiguren, respectivamente, miembros de ETApm VIII, que están presos en Nanclares de la Oca. Amagoya Abaitua es, por otra parte, la mujer de Joseba Abaitua, un histórico de ETA que se ha acogido también a las vías negociadoras.
Abaitua ocupó durante largos años la dirección de ETA Políticomilitar y fue uno de los implicados en el sumario del atentado- a Carrero Blanco. Se refugió en Francia en 1972, tras haber sido sorprendido cuando intentaba cruzar la frontera en compañía de Jonen Aramburu, muerto en la acción. Joseba Abaitua abandonó ETA Político-militar durante los primeros meses de 1982, al producirse la escisión entre los séptimos y ETApm VIII, que posteriormente se subdividiría entre los octavos y los partidarios de la línea KAS, también llamados promilis o milikis. El resto de antiguos poli-milis acogidos a las nuevas vías negociadoras permanecen a la espera de que sea legalizada su situación, y algunos de ellos han recurrido a abogados particulares. Todos ellos rechazaron en un primer momento las salidas negociadas y forman parte ahora de las listas que gestionan el senador del PNV Joseba Aikárraga y el gobernador civil de Vizcaya, Julián Sancristóbal.
Gestiones humanitarias
Azkárraga rechaza el término negociación, y afirma que sus gestiones son exclusivamente hunianitarias. "No se trata de ninguna negociación política, sino simplmente de una gestión de carácter humanitario ante la Audiencia Nacional o ante el ministerio correspondiente, para saber si una persona determianda tiene requisitorias o cargos pendientes o si, por el contrtario, pueden volver a sus casas con normaliadad". El senador nacionalista ha añadido que el número de personas que hasta el momento han pedido su intervención asciende a 25, la mayoría residentes en el País Vasco francés y algunos en Venezuela y México.La vía abierta por Euskadiko Ezkerra a través de su diputado Juan María Bandrés, a la que se acogieron 112 antiguos miembros de ETA, entre ellos la totalidad de ETApm VII, ha permitido hasta el momento el regreso a Euskadi de 50 refugiados y la excarcelación de 35 presos.
La noticia de que miembros de ETApm VIII y de ETApm línea KAS han abandonado el activismo pone de relieve la debillidad de estos grupos armados en un momento en que ambos buscan un protagonismo a través del secuestro del capitán Alberto Martín y del ultimátum para que el personal civil abandonase los cuariteles de las fuerzas de seguridad del Estado y del Ejército, realizados respectivamente por los octavos y los pro-milis.
El recurso del secuestro
Los secuestros, con el efecto publicitario que estos, hechos suponen para sus autores, han sido, por otra parte, un recurso utilizado históricamene por ETA para solventar sus crisis internas, una especie de "huida hacia adelante" con que imponerse de hecho a las críticas de las facciones escindidas y lograr las simpatías de los presos de la organización y de sus entornos.Este es el caso del secuestro del cónsul alemán en San Sebastián, Eugene Beihl, llevado a cabo a primeros de septiembre de 1970, en vísperas del juicio de Burgos, en un momento en que la organización ETA atravesaba por una grave crisis interna.
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