Renace el optimismo en las bolsas norteamericanas por la confianza en la recuperación económica
Después de un período en el que los valores industriales o de servicios se vieron sometidos a una severa corrección técnica, en Wall Street ha renacido el optimismo: los populares índices Dow Jones y Standard and Poors, tras haber recuperado todo lo anteriormente perdido, volvieron a situarse en sus más altos niveles; históricos: en torno a los 1.270 puntos el Dow, y por encima de los 170 el Standard.Telón de fondo en esa brillante reacción es la cada vez más acentuada confianza en que el proceso de reactivación económica lleva el ritmo adecuado, no va a tener consecuencias inflacionarias y no provocará medidas de defensa que pudieran implicar una elevación de los tipos de interés.
El espaldarazo más inmediato del panorama de confianza, según Jaime Jerez, de Drexel Burnham Lambertt, ha procedido de las declaraciones del secretario del Tesoro, Donald Regan, quien ha prometido para el próximo año fiscal un déficit presupuestario reducido a 100.000 millones de dólares.
En lo que se refiere a la reactivación económica, prácticamente la totalidad de los comentaristas y expertos están de acuerdo: se está desarrollando a un ritmo saludablemente moderado y regular.
División de opiniones ante el déficit público
La espectacular reducción del déficit anunciada por Donald Regan ha suscitado colisión de opiniones. Aún más: predominan los analistas escépticos.Entre ellos B. M. Markstein, del Departamento de Estudios del Chase, quien ha llegado a decir que las promesas del secretario del Tesoro constituyen una falacia, que ni siquiera el que las ha formulado puede creer en ellas.
Según Markstein, el año próximo el déficit tiene que volver a ponerse en los 170.000-180.000 millones, y eso en el mejor de los casos.
Regan fundamenta su optimista pronóstico en "una más racional distribución del gasto público".
Es preciso reconocer que en los desengañados oídos del sufrido contribuyente europeo las aseveraciones de tal tipo suenan a hueco.
El dólar sigue en baja
El dólar, entretanto, sigue corroborando su marcha bajista y, según los analistas, sería de desear que continuara por ese camino, para bien de la economía mundial y para la de Estados Unidos.La importancia de su retroceso, en el curso de la presente semana, queda bien puesta en evidencia por los cuatro pfennings que, sólo de lunes a viernes, perdía frente al deutschmark.
Todo lo que constituyen factores de soporte para los valores industriales o de servicios negociados en Wall Street son, naturalmente, motivaciones de presión negativa para el dólar. Y hay que congratularse por ello.
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