Detectadas graves deficiencias de gestión en el IPPV

El Instituto Nacional de Promoción Pública de la Vivienda (IPPV) ha estado funcionando sin control de ningún tipo ni en su planificación ni en su gestión, según pusieron ayer de manifiesto el subsecretario de Vivienda, Baltasar Aimerych, y el director del IPPV, Francisco de Vera, al dar a conocer los resultados de una auditoría realizada en este organismo por la Intervención General del Estado. Ello ha hecho que actualmente no se sepa a cuánto ascienden los derechos económicos del IPPV, ni los fondos existentes en cuentas privadas, correspondientes al Instituto. Sólo la deuda acumulada por impago de alquileres y de acceso a vivienda supone cerca de 4.000 millones de pesetas.La auditoría señala en sus conclusiones dos aspectos en los que las deficiencias observadas son más graves: la falta de planificación y control de la ejecución de las promociones públicas y las irregularidades de gestión de los derechos económicos de este organismo; es decir, las cantidades que el IPPV tiene pendientes de cobro.

Sobre el primero de estos aspectos, en el instituto no consta ningún informe sobre los criterios para la distribución geográfica de las viviendas construidas. No existía ninguna planificación, sino que se iba improvisando sobre la marcha, una vez que se iniciaban las actuaciones. Tampoco parece existir un control sobre el cumplimiento de las promociones. Y al negar a construir, se encontraban con que la cimentación coincidía con la red de agua, que aparecía un albergue que no estaba previsto o se detectaban líneas de tendido eléctrico. En ocasiones se debían paralizar las obras porque se encontraban obstáculos físicos insalvables o no se iniciaban por que ya había, en el mismo sitio, otras obras iniciadas.

En el segundo de estos aspectos, la auditoría ha revelado una deficiente gestión en la recaudación y control inadecuado sobre los impagados. De la prueba realizada en cinco provincias, en relación con los créditos hipotecarios, en el cuarto trimestre de 1982, se deduce que un 50%, aproximadamente, no se había ingresado.

En cuanto a la situación de tesorería del organismo, además de no representar razonablemente la situación de fondos, derechos y créditos, no se incluyen dentro del disponible fondos en entidades privadas, ni los derechos pendientes de cobro.