Ángel Romano
tenía como propósito celebrar una misa en lo alto del monte más alto de Perú, el nevado Huascarán, de cerca de 7.000 metros. El arriesgado sacerdote celebró una serie de misas a medida que iba ascendiendo, acompañado de montañeros ingleses, nipones, norteamericanos y españoles, pero tuvo que desistir de su empeño de celebrarla a 7.000 metros porque se torció un tobillo y tuvo que ser evacuado por sus compañeros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.