Encuentro entre Felipe González y Julio Iglesias
El presidente y el cantante conversaron durante 140 minutos en la Moncloa
"Los asuntos internos de la Moncloa son asuntos de la Moncloa y yo no puedo decir nada de la conversación que hemos mantenido". El cantante Julio Iglesias se negó con estas palabras a informar de lo que había hablado con el presidente del Gobierno durante los 140 minutos que ambos consumieron en un encuentro celebrado ayer por la tarde en la residencia oficial del presidente. En círculos próximos al cantante informaron de que éste, tenía intención de comunicar al presidente su desacuerdo con el funcionamiento informativo de Televisión Española.
Julio Iglesias llegó a la residencia del presidente a las 16.20 horas. Iba acompañado de su representante, Alfredo Fraile, y del periodista Jaime Peñafiel. En la terraza del palacio, y a la vista de los informadores gráficos, posaron durante un minuto el presidente con su mujer, Carmen Romero, y el cantante sentados en torno a una mesa de madera.El presidente vestía un veraniego traje azul y su mujer lucía un traje corto de color hueso. El cantante llevaba pantalón y chaqueta azules sobre una camisa rayada azul y blanca y cuello del mismo color. Tras las sonrisas de rigor, sabiéndose observado por las cámaras fotográficas y a una distancia aproximada de cuatro metros, la reunión prosiguió en privado.
Presión fiscal
Uno de los colaboradores del cantante aseguraba que quería hacer llegar al presidente su preocupación por la falta de interés con que la televisión española sigue el trabajo de un grupo de españoles que ha triunfado sobradamente en el extranjero: Montserrat Caballé, Plácido Domingo, Severiano Ballesteros. No se descartaba, sin embargo, que el presidente aprovechara el encuentro para recordar y exigir al cantante mayores obligaciones fiscales con el Estado español. Enlazado con este ausunto, el cantante tenía previsto hablar de las ventajas que él encuentra en la competitividad de todos los medios de comunicación y, en concreto, de lo positiva que resultaría la existencia de cadenas privadas de televisión.Terminada la reunión, Felipe González y Carmen Romero acompañaron al cantante hasta la puerta del palacio. Carmen Romero, muy sonriente, le aseguró al cantante que haría todo lo posible por asistir al concierto que el próximo lunes se celebra en el estadio Santiago Bernabéu, "y si me es imposible, en cuanto vuelvas a España nos llamas". "Por suspuesto", respondería Julio Iglesias, "pero sabes que me gustaría mucho que vinieras".
Tras la negativa a informar a los periodistas del contenido de la conversacion, Julio iglesias subió al Mercedes en el que había llegado para desplazarse hasta el aeropuerto, ya que su intención era viajar hasta Marbella hasta el domingo a medio día para tomar el sol durante unas horas y conservar el bronceado, que cada vez es más rojizo.
Horas antes de esta entrevista, Julio Iglesias se había reunido con su ex mujer, Isabel Preisler, y sus tres hijos en uno de los restaurantes privados del hotel Villamagna, en el que se hospeda el cantante. Con el almuerzo pretendía celebrar juntos los doce años que su hija ha cumplido hace unos días y que hasta el momento no habían podido festejar. Uno de los regalos del cantante a su hija ha consistido en venticinco entradas para el concierto del lunes para que invite a sus amigas y compañeras del colegio.
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