Los 'banderilleros' celebran un gesto del Popular
Los mercados de valores mantienen la misma tónica en su comportamiento, de cara al inicio de la actividad normal en el mes de septiembre. El compás de espera está suponiendo para las bolsas un goteo constante a la baja, debido a la insistencia de los inversores en ponerse a cubierto de posibles males futuros. La pretensión de que los que vuelvan de vacaciones van a llegar con ánimos vendedores sigue imponiéndose en los parqués. Curiosamente, esta corriente vendedora, que habría de generarse en los primeros días del próximo mes, ha tenido un efecto anticipado y está sorprendiendo a los veraneantes que vuelven con la contundencia de los hechos consumados.La diferencia más notable de esta sesión con respecto a las anteriores ha sido la aparición de algunos tanteos compradores que, pese a su timidez, se han dejado notar dada la situación general del mercado. Como quiera que estas órdenes compradoras no fueron suficiente contrapartida para la corriente vendedora, no es de extrañar que la evolución de los índices generales apenas lo hayan notado y las pérdidas registradas vuelvan a ser importantes.
En el mercado madrileño, en lo que se refiere al sector bancario, su observó una ligerísima reducción en el papel puesto a la venta. El saldo por caja de los siete grandes bancos sumaba un total de 164.452 títulos a la venta de los que algo más de la mitad le correspondían a Banesto, que ha sido el componente del grupo que ha visto reducirse considerablemente su saldo particular, al tiempo que algunos de los restantes lo aumentaban. Dentro de este grupo se registró la pérdida por parte del Vizcaya de la cota del 300% y la aproximación del Hispano al 200%.
Estas instituciones continúan retirando pequeñas cantidades de sus saldos diarios -en torno a un 40%-, con lo que favorecen la acumulación de títulos de un día para otro. No actuó así el Popular, que tomó un 58% de su resto y repitió cambio, siendo celebrado este gesto por la barandilla, muy propensa a traducir como seriales favorables cualquier acontecimiento, como el final de la mala racha.
Los valores eléctricos no lograron dar apenas signos de recuperación, a pesar de encontrarse casi todos sus valores a unos precios que dos semanas antes habrían resultado casi impensables. Este abandono de uno de los valores más rentables que ofrece el mercado es una muestra de la desconfianza de los inversores tienen en estos momentos. Desconfianza que es casi generalizada y que ayer hizo que en los tres mercados en los que se celebró sesión, tan sólo subiesen 27 valores frente a los 118 que bajaron, siendo el número de repeticiones también alto. En el mercado bilbaíno no se pudo celebrar la sesión de Bolsa, ya que el barro y la falta de suministro eléctrico lo impidieron.
En esta semana que ayer comenzó para los mercados de valores, se definirá el rumbo que éstos habrán de tomar a corto plazo. La incorporación de los operadores de las, principales instituciones financieras traerá a las Bolsas actuaciones más sujetas al cálculo y a la razón que las que durante todo este mes se han venido sucediendo. La inversión a corto se está despidiendo de su mes preferido con tan poca pena como gloria, como así parecen indicarlo las pérdidas registradas ayer en los índices generales.
