El margen de explotación de las cajas supera al de la banca

Las cajas de ahorro han conseguido un margen de explotación superior al de la banca en el pasado ejercicio. Dicho margen fue para las cajas, en 1982, del 1,56%, frente al 1,54% de la banca sobre pasivo patrimonial neto. Dentro de los gastos de explotación, los de personal representan en la banca el 68,8% del total, con un crecimiento del 14,7%, sensiblemente inferior al aumento de otros años.La plantilla desciende en 1.514 empleados y el número de oficinas aumenta en 1.127. Crecen de forma importante los depósitos medios por empleado y se reduce el número de personas por oficina. En las cajas, los gastos de personal crecen un 20,7%, motivado por el incremento de plantilla en 2.500 empleados.

Los gastos generales se reducen en la banca y experimentan un fuerte avance en las cajas, originado por los importantes desembolsos de estas entidades en automatización y en publicidad.

Hay que señalar la importante merma del capítulo de amortizaciones para cajas y bancos respecto a años anteriores.

El margen ordinario (margen de intermediación más otros productos ordinarios) también resulta inferior para la banca que para las casas de ahorro, un 4,65% frente al 5,02% en porcentaje sobre el pasivo patrimonial neto.

Destaca el fuerte crecimiento, en un 81% para la banca, de los beneficios por arbitrajes, comisiones y diferencias de cambios en divisas debido a la depreciación de la peseta.

También aumentan las operaciones en divisas (los productos netos de éstas crecen un 52% para la banca y un 130% para las cajas) y los productos netos derivados de las operaciones con el Banco de España, que se duplican en la banca y triplican en las cajas.

El saneamiento de créditos creció en la banca en un 23% y en un 7,6% en las cajas, lo que no significa que el nivel de cobertura de riesgos de los bancos sea superior al de las cajas, dada la distinta configuración de sus inversiones crediticias.

En el caso de la banca, las dos terceras partes del saneamiento de créditos fueron destinadas a amortizaciones y el resto para el fondo de insolvencias. Las cajas dedican a amortización la tercera parte de saneamientos, cuando en anteriores ejercicios este capítulo era casi nulo.