Dolores Gómez,
según su DNI, Ruth para sus pequeños amigos, es la maestra del Hospital General de Galicia en Santiago de Compostela. La mujer, que se desvive por llevar a sus niños cualquier cosa que pueda alegrarles, escribió una carta pidiendo a Julio Iglesias que visite el centro cuando llegue a Galicia. Ruth estuvo en Madrid para entregársela a José María García y que éste se la hiciese llegar al cantante. Ni siquiera pudo ver al locutor, pero ella sigue luchando a su manera. "Ayer", dice la siniestra carta de Ruth, "se murió un niño; anteayer, otro seguía envuelto en su sábana de escayola, y mañana, Firuco, el fillo da solteira (el hijo de la soltera), tiene que bajar al quirófano para poder llegar destripado al cielo". Tras solicitarle su guitarra y su voz, el escrito concluye: "No sé si cae en lo estúpido, en lo fácil o en lo melodramático. No quiero ni puedo analizarlo. Lo que sí sé es que tu puedes ayudarnos. Yo nunca podré compensártelo, los niños enfermos, sí".
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