Andrea Burgess,

el hijo de 18 años del escritor inglés afincado en Montecarlo Antony Burgess, fue apaleado por la policía italiana de fronteras, según denunció su padre en un artículo publicado en el diario Corriere della Sera. El escritor relata que su hijo fue "golpeado con los puños, en estómago y testículos y, a la mejor manera fascista, apaleado en rodillas y espalda con una porra de goma" por varios funcionarios de aduanas. Los hechos, cuenta el escritor, sucedieron de la siguiente manera: "Mi. hijo viajaba en tren procedente de Suiza hacia Montecarlo y, al llegar a la frontera italiana de Chiasso (norte de Italia), mostró correcta y cortésmente el pasaporte al funcionario italiano que viajaba a bordo. Éste, por accidente o aposta, dejó caer el pasaporte sobre el suelo del compartimento y se marchó. Mi hijo, con la necesaria cortesía, le dijo que ya que había dejado caer el pasaporte la buena educación le obligaba a recogerlo. La reacción", continúa Burgess, "fue brutal, y me recuerda los viejos tiempos del fascismo". El director de la aduana internacional de Chiasso, Renato Colosanti, ha negado los hechos, y el fiscal de Como, Mario de Franco, ha abierto una investigación oficial.