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La Administración no tiene diseñado, todavía el proceso de reprivatización de los bancos del grupo Rumasa

Los bancos de Rumasa se encuentran en estos momentos frente a alternativas diferentes que dificultan su reprivatización hasta que la propia Administración encargada de efectuarla no se ponga de acuerdo sobre la vía a elegir. En la actualidad, el Fondo de Garantía de Depósitos, el Banco de España, el Patrimonio del Estado y el Ministerio de Economía se plantean la venta de los bancos de formas diferentes.

Las posibilidades son múltiples. En primer lugar vender todo el paquete de bancos conjuntamente, como se hizo con los restos del grupo de Banca Catalana una vez que se habían adjudicado tres de los más pequeños. Puede también venderse desgajando el Atlántico del resto de bancos. Por último cabe el ir vendiendo las distintas marcas, los diferentes nombres de que constaba la división bancaria de Rumasa, acoplando el número de oficinas de cada una de ellas en función de los deseos de los compradores concretos. Esta última salida consiste, en definitiva, en considerar las diecinueve marcas distintas -separando el Atlántico- y juntando todas las oficinas existentes para ir adjudicando las partes que interesen.En la Administración hay cuatro instituciones que tienen algo que decir respecto a la venta de los bancos de Rumasa. El Fondo de Garantía de Depósitos, que gestiona los bancos, el Patrimonio del Estado, propietario de los mismos, el Banco de España, que controla y facilita los recursos necesarios para que sigan funcionando, y el Ministerio de Economía, quien en definitiva tiene que velar por la imagen exterior del sistema.

Los cuatro organismos se plantean de forma distinta la reprivatización. Hay quien quiere vender todo el paquete junto, pensando que de otra forma será complicado lograr colocar los pequeños; hay quien considera que hay que proceder a una integración previa de los diferentes bancos regionales, para darles una dimensión casi nacional. Otros consideran que la alternativa ensayada en el caso del Banco de Levante -venta de la marca a un entidad, con las oficinas que al Citibank le interesaban más la autorización de abrir, sucursales alternativas hasta alcanzar el número de agencias que tuviera el banco en el momento de su venta-, tiene muchas posibilidades de encajar en la mayor parte de los casos.

Un nuevo 'pool' nacional

Por último hay que decidir si interesa que sean los bancos espailoles o los extranjeros los que se lleven la mayor parte de la reprivatización. A favor de los extranjeros está el hecho de que ello supone una cierta entrada de divisas, la posibilidad de ampliar el abanico de entidades bancarias en España, demasiado concentrado el negocio entre los siete grandes, y que repercute favorablemente a la hora de tratar de obtener calificaciones positivas en los mercados internacionales que abaratarían el endeudamiento exterior de, la economía española.Los posibles compradores de los bancos de Rumasa son todos los bancos grandes, nacionales y extranjeros, a los que se unirán los medianos como en él caso de Banca Catalana como acompañantes y que se llevarán algunos restos que nadie quiera. Por un lado, la Asociación Española de Banca privada ha dicho ya en repetidas ocasiones que la fórmula de Catalana podría servir para el caso de los bancos de Rumasa.

Se piensa en un nuevo pool de los siete grandes y los medianos que hagan una oferta única por el conjunto.

Es posible que el Atlántico quede fuera y que en ese caso se acuda a una subasta independiente. Hay que tener en cuenta, además, que en el Banco Atlántico había antes de la expropiación un parte importante del capital en manos de accionistas no vinculados a Rumasa. El Estado devolvería estas acciones y vendería,la parte queeta controlada por José María Ruiz-Mateos.

En el caso de que la formula final fuera el pool de bancos nacionales éstos procederían a designar a las instituciones concretas que se encargarían de la gestión con una opción de compra total, lo mismo que ocurrió en. el caso de Banca Catalana.

Varios de los bancos extranjeros que operan en España han decidido dar la batalla por la adquisición de algunas marcas de Rumasa e iniciar de esta forma su presencia como banca de pasivo. Sus actividades normales seguirán siendo proporcionar créditos en cantidades importantes a las grandes empresas y a la Administración. Pero quieren tener una fuente alternativa de captación de pasivo que les haga mas independientes de la evolución del mercado interbancario.

Con el dólar por encima de las 150 pesetas como está en la actualidad es relativamente barato iniciar una inversión en España fácilmente rentable al tener créditos sin interés proporcionados por el Banco de España o el Fondo de Garantía de Depósitos y un período dilatado de tiempo en que no tienen que cubrir coeficientes obligatorios. Hay que tener en cuenta que aproximadamente el 25% de los depósitos bancarios en España están exentos de coeficientes. Aunque parece que hay algún banco en venta, fuera de los que están gestionados por el Fondo de Garantía de Depósitos, parece más interesante tratar de comprar una entidad, diseñada casi a la medida, y que encima pueda ponerse en rentabilidad a corto plazo al no tener que cubrir coeficientes.

A la vuelta de septiembre empezarán a concretarse tanto los deseos de la Administración, que deberá unificarlos antes de empezar a ofrecer los bancos en venta, como los de los posibles adquirentes, que tendrán que ir optando por una vía o por otra. Lo único cierto es que la Administración necesita más de una otra para tratar de conseguir mejores condiciones a la hora de la adjudicación. Una alternativa oficial, a través del Banco Exterior o de los bancos oficiales parece descartada de forma practicamente total. Todo indica, en cualquier caso, que antes del 31 de diciembre, podrían tener nuevo dueño todos los bancos del grupo Rumasa.

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