_
_
_
_

El segundo Mundial 'junior' de baloncesto se inicia hoy en Palma

La selección española carece de altura y fuerza física para aspirar al triunfo

La preparación de la selección española empezó hace varias semanas y para la mayoría de los jugadores el esfuerzo ha sido muy superior al que están habituados. Son lo que se puede llamar un grupo de grandes amigos. En el seno de la concentración no hay jugadores de varios equipos, sino que todos están integrados y sueñan con un único objetivo: una medalla. El metal no importa.Tras las semanas de entrenamiento en Palma, la selección hizo una serie de bolos por las islas, jugando cinco partidos ante Yugoslavia. El balance fue positivo: tres victorias por dos derrotas. Y las derrotas por tanteos mucho más apurados que los triunfos.

No es fácil llevar a un grupo de gente joven con férrea disciplina si, además, los entrenamientos se celebran en unas islas tan concurridas. La playa está prohibida los días de partido. La piscina del hotel, casi siempre, salvo excepciones. Las juergas son escasas. La bebida, controlada. Muchos de ellos piensan que hubiera sido mejpr que el campeonato se jugara en un lugar más tranquilo.

Más información
Un campeonato de calidad

Pero, aun con todo, siempre hay unos días que son especiales, son los finales de etapa. Entre los encuentros con Yugoslavia y el viaje a Alemania, esa noche hubo libertad total. Lo mismo la noche final del torneo germano. Son las escasas oportunidades que tienen estos jóvenes de escasos 19 años de ser nonnales. Los entrenamientos de esos días tienen sabor especial. La seriedad es la misma, pero siempre se pierde algún balón de más, pensando en la fiesta que . se avecina. Pinedo, serio como siempre, está al quite. Jugador que pierde al hombre que marca, dos vueltas al campo. Equipo que pierde los rebotes en defensa es castigado con ejercicios flisicos continuados. Es la manera de no perder la concentración. La responsabilidad de estos jugadores es elevadísima. Ellos son, en teoría, por un orden cronológico, los sucesores de los integrantes de la flamante selección profesional. Pero también es cierto que ésta no es la mejor selección juvenil que hemos tenido. Pocos serán los llamados a la fama de los 12 convocados. El caso de Villacampa tendrá difícil similitud entre sus compañeros. Además, los juveniles, cuyos resultados en el último europeo han sido seguidos por los alevines con verdadero entusiasmo, les han clavado una puya.

Si el aficionado cuando piensa en baloncesto ya piensa en éxitos por lo obtenido en las categorías superiores, el subcampeonato de Europa logrado por los juveniles ha hecho que se aguarde este mundial júnior con inusitada expectación. Las transmisiones televisadas de los partidos en un mes como agosto, y a una hora adecuada, como, son las 19.30, hará que la concurrencia ante los televisores sea elevada. Y los seleccionados dudan de poder resistir la presión

La medallitis ha llegado al baloncesto. Pero, si los acontecimientos son normales en la fase final, junto a España estarán selecciones como Estados Unidos, la URSS, Yugoslavia, Italia, Brasil, Alemania y Canadá o Argentina. ¿Cuántos partidos podrán ganar nuestros representantes? Esa es la incógnita. Ellos bromean, y cuando se les pregunta si la participación en la final es imposible, Hernangómez toma la palabra, respira hondo y con sinceridad responde: "Sí, es imposible". Todos sus compañeros ríen a su alrededor, pero no dejan de soñar con ese éxito.

Un equipo Irregular

El hombre encargado de dirigir a los júniors españoles es Ignacio Pinedo, entrenador experimentado que ha cuidado en las últimas temporadas del desaparecido Inmobanco. Pinedo, ligado desde hace muchos años a la federación, siempre ha tenido algún cometido al frente de las selecciones inferiores. El éxito no es ajeno a este entrenador, muy frío para algunos, del que no se aprenden grandes cosas para otros, pero con el que se asegura el no hacer el ridículo.

Pinedo ha convocado para este mundial dos bases. Un número que parece corto para el esfuerzo a realizar, pero que estarán ayudados por un alero-base. Los encargados de subir y mover el balón son: Antonio Llórente, 19 años y 1,83, que ha pertenecido en la última t9niporada al Inmobanco, y José Angel Arcega, 19 años y 1,85, jugador del Zaragoza. Ambos son Aermanos de los jugadores del mismo apellido que son ya importantes del baloncesto de Primera División. Son jugadores que se complementan, puesto que mientras Llorente parece siempre pasado de revoluciones, por su juego vivo y fuerte, la entrada de Arcega en cancha ayuda a serenar los ánimos en momentos en que priva más la cabeza.

Cinco son los aleros: José Antonio Montero, 18 años, 1,94, del Joventut; Jordi Villacámpa, 19 años, 1,94, también del Joventut; Óscar Peña, 19 años, 1,94, del Madrid; Carlos Montes, 17 años, 1,95, del Inmobanco, y Juan Ramón Marrero, 19 años, 1,90, del Fortuna. Son la parte más importante del conjunto. Si España, quiere jugar al contraataque con rapidez y con acierto en la culminación, van a ser elementos indispensables.

En las acciones de Villacampa se centran gran parte de las aspiraciones hispanas. Sin discusión será quien más minutos esté en cancha y, por motivos evidentes, quien más puntos consiga. Otro hombre importante es Montero, que deberá ayudar a los bases y además acertar en su tiro. Ambos son jugadores llamados al éxito en un futuro breve. Especialmente Villacampa, de quien Pinedo dice: "No es que merezca ser la figura de esta selección, es que ya debería estar en la absoluta".

El problema llega al hablar de los pivots. No son, excesivamente altos. Los cinco encargados de partirse la cara con sus correspondientes parejas serán: Rafael Vecina, 19 años, 2,04, del Barcelona; Guillermo Hernangómez, 19 años, 2,01, del Madrid; Imanol Rementería, 19 años, 2,00, del Madrid; Pedro Rodríguez, 19 años, 2,02, del Madrid, y Evaristo Blázquez, 18 años, 2,00, del Barcelona. Si para cualquier persona normal la proporción edad-estatura parece elevada, pensando en el mundial es probable que la selección española sea la más baja de la fase final. Soviéticos y norteamericanos acudirán al campeonato con hombres de 2,10 y prácticamente todos sus convocados estarán alrededor de los dos metros o por encima.

La constitución de los seleccionados hispanos es delgada y pesan pocos kilos. Esto obligará a un mayor esfuerzo en la lucha por los rebotes y también llevará a cometer un mayor número de faltas personales. El cinco inicial de España será: Llorente, Montero, Villacampa, Vecina y Hernangámez.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_