Un ambiente más positivo

La situación de los mercados de valores no ha sufrido la más ligera variación, pero a pesar de ello, la sesión de ayer ofreció un ambiente más positivo. Dentro del sector bancario, y por primera vez en los últimos meses -hace tanto tiempo que nadie recuerda la fecha exacta- el saldo por caja de los siete grandes lucía un flamante signo positivo.Es verdad que la cantidad que iba a continuación habría provocado comentarios irónicos en otras fechas, pero tal y como están las cosas esos casi 900 títulos se convirtieron en noticia y hasta le dieron a la sesión un tono ligeramente festivo.

Bilbao, Banesto y Popular eran las instituciones que ofrecían saldos positivos, sumando entre las tres 14.387 títulos, que se repartían entre las dos últimas, ya que el Banco de Bilbao tan solo contaba con una diferencia a su favor de 176 títulos, pese a lo cual subió su cotización dos enteros. Banesto subió tres y el Popular cinco.

Los otros componentes del grupo presentaban unos saldos con claro predominio de la oferta, destacando el Hispano con algo más de 6.000 títulos. Todos repitieron sus cambios anteriores al tomar el 50% del saldo respectivo, salvo el Santander, que barrió. Los derechos de suscripcion de Banesto, siguen muy comedidos con el precio cercano al valor teórico de salida, y por el momento no se esperan novedades en este apartado.

Otro valor de los que ayer se despertaron fue Telefónica que, tras varios días consecutivos repitiendo, cambio, parece recuperarse. A este hay que unir los valores eléctricos, que sin poder ofrecer una imagen de conjunto para todo el sector, tuvieron una actuación más lucida que en días anteriores.

Junto a las subidas de Iberduero y Cantábrico, las más representativas para el índice, hay que destacar la demanda de títulos de la empresa nacional de electricidad y de la Eléctrica Ribagorzana, que se vieron obligadas a publicar dinero sin operaciones, al no poder atenderse las peticiones.

Todo esto sucedió en el mercado madrileño, pero también es válido para los otros tres, ya que la evolución de estos corros fue muy similar en todas las bolsas. El comportamiento del resto de los sectores dependió de la decisión de los inversores.

Así, en Barcelona, a pesar de las alzas en los tres grupos ya mencionados, los beneficios acumulados en las últimas sesiones se hicieron merecedores de unas órdenes de venta que sin llegar a ser demasiadas, sí que fueron suficientes para que los grupos de construcción, alimentación y comercio sufrieran serios recortes que al final pesaron más que las ganancias de los sectores más fuertes y llevaron al índice general de este mercado a perder treinta centésimas.

La jornada en Bilbao y Valencia fue más afortunada, debido sin lugar a dudas a que, al igual que en Madrid, no se ha logrado acumular beneficios suficientes. Pese a todo, la actividad en los mercados se mantiene muy baja y está centrada en un número muy reducido de valores. Muchos cambios se hacen con los mínimos imprescindibles y el tiempo de los corros se hace exageradamente largo.

Los demás sectores del mercado, letras y pagarés, tampoco presentan un panorama más divertido, a pesar de que estos últimos han elevado ligeramente su remuneración, llegando en algunos casos a alcanzar un interés anual del 17%.