Zhu, el arrogante

China se va a asomar por vez primera al marco de una gran competición de ámbito mundial. El año que viene debutará en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles y ahora quiere pasar una prueba de fuego. Va a jugar sobre seguro. Tiene una estrella deslumbrante, Zhu Jianhua, que este año estableció el récord mundial de altura con 2,37. Acaba de cumplir 20 años, mide 1,91 y pesa 68 kilos. Esconde su timidez tras unos lentes. Es la primera vez que se va a enfrentar a los grandes especialistas. Pero ha sabido adoptar una arrogancia propia del que se sabe admirado. Estudia segundo año de fisiología en el Instituto de Deportes de Sanghai y dice que llegará al 2,40.Zhu Jianhua, con gafas a la moda, flanqueado de su entrenador Hu Hongfei, fue el centro de la conferencia de prensa celebrada ayer. "Descubrí a Zhu a los 16 años, cuando su instructor me llamó para enseñarme un chico muy grande que tenía buenas piernas", señaló su entrenador. Hoy sus piernas casi no han aumentado, acostumbrado a flexionarse con una barra de 125 kilos sobres las espaldas. Esto no le impidió batir el récord del mundo en Pekín.

Zhu no debe nada a técnicos extranjeros, "nosotros hemos leído muchos libros técnicos y hemos tenido intercambios, pero Zhu no debe nada a ningún entrenador extranjero. De todas formas si ustedes conocen a alguno muy bueno, dígannoslo; le invitaremos a Pekín un weekend'. Jianhua va a ser la gran figura desconocida de Helsinki. Ha permanecido alejado de las competiciones de alto nivel y en la única ocasión que s e asomó al panorama mundial estuvo muy discreto. Las reuniones internacionales y europeas no le gustan: "China está muy lejos de Europa. Los viajes son largos y mi entrenamiento sistemático se vería, por tanto, interrumpido". A los 10 años comenzó a saltar.

Eran los tiempos de Ni Chih Chin. En el mundo se comenzaba a hablar de este atleta, que llegó a saltar 2,29, récord mundial no homologado porque entonces China no pertenecía a la Federación Internacional de Atletismo. Ni Chili Chin, que ahora es entrenador en Yemen del Sur, saltaba con un rodillo ventral. "Zhu ha aprendido mucho de Ni Chih Chin; pero su técnica no puede adaptarse a nuestro campeón actual".

A Jianhua le aplicaron la técnica fostbury. A los 16 años saltaba 2,13 y a los 18, 2,25. En 1981 ganó los campeonatos asiáticos con 2,30, fue segundo en la Universiada con 2,25 y noveno en la Copa del Mundo con 2,05. Su progresión continuó en 1982, año en el que revalidó su título de campeón continental con 2,33 y en éste ya es recordman mundial, plusmarca que fue presenciada por apenas 2.000 espectadores "porque ya era el final de la competición".

El secreto de Zhu, según su entrenador, está en una tabla de 26 ejercicios, "que no tienen nada de secretos, sino que la eficacia está en la forma de combinarlos". Y la tabla parece que da frutos, pues un chino de 1,76 de altura, Cai Shu, saltó 2,29 el último año, aunque este año sólo hizo 2,23 y no participa en Helsinki. Un adversario menos para Zhu, que modestamente dice que teme a todos los participantes.