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Gente

Eduardo López Gil,

alcalde socialista de San Roque (Cádiz), se ha encontrado, como presidente de la corporación municipal, con un problema planteado por varios animales. El ayuntamiento está interesado en comprar una finca que pertenecía a una anciana británica fallecida recientemente. Pero la inglesa, antes de morir, dejó escrito en su testamento que la finca El Almandral no se podrá tocar ni vender mientras vivan los veinticuatro gatos, dos perros y un burro que eran de su propiedad.

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