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Felipe González prometió 'mano dura' para garantizar el orden público en el País Vasco

"Las agresiones serán contestadas con todos los mecanismos que pueda utilizar el poder público", dijo ayer el presidente del Gobierno, Felipe González, refiriéndose a los sucesos que han ocasionado enfrentamientos con las Fuerzas de Orden Público en Rentería y la consiguiente suspensión de las fiestas en la localidad guipuzcoana. González prometió la mayor firmeza para garantizar el orden y recordó que muchos gobiernos progresistas han caído, a lo lago de la Historia, por no haber sabido preservar la paz social.

"No toleraremos inermes que se vulneren los símbolos de la unidad nacional", dijo González, que, para referirse a la situación en la localidad vasca, empleó tonos enérgicos, aunque menos duros que los utilizados el día anterior por el secretario general del PSE-PSOE, Txiki Benegas, quien afirmó que "en el País Vasco no existe prácticamente una democracia libre". El presidente señaló que "Herri Batasuna quiere reproducir las acciones ¡legales, para provocar una escalada represiva", agregando que "no vamos a perder el equilibrio, porque este Gobierno se siente profundamente democrático".El presidente del Gobierno se refirió al "riesgo permanente" que existe en España de no garantizar la paz social y el orden público, y consideró un "objetivo básico" de su gabinete el mantenimiento de esa paz social: "Los sucesos de Rentería solo encuentran explicación en el intento de crear un clima de provocación en un lugar tan querido para nosotros como el País Vasco".

En una conferencia de prensa en su calidad de secretario general del PSOE -la segunda en dos semanas-, celebrada al término de las reuniones del Comité Federal del partido, Felipe González negó que exista una disparidad de criterios entre Alfonso Guerra y él en lo referente a la permanencia de España en la OTAN: "Algunos compañeros del partido dicen ahora exactamente lo mismo que la resolución del último congreso" (en la que se hablaba de la pertenencia de España al esquema defensivo occidental, pero se rechazaba expresamente la entrada en la OTAN). "Y ahora ningún socialista dice públicamente lo contrario, lo cual no quiere decir que no haya miembros en el PSOE que piensen en la conveniencia de variar la resolución del congreso del partido".

La salida de la OTAN, tema complejo

Empleando un lenguaje especialmente cauto para referirse al tema OTAN, González dijo que "hay que ser respetuosos con problemas que tienen una extraordinaria complejidad y no se pueden abordar de forma simplificada". "En el Comité Federal, los compañeros entienden la necesidad de que el pueblo sea informado y el tema sea rigurosamente discutido para luego tomar la decisión que corresponda tras el próximo congreso (que tendrrá luga en otoño de 1.984)". Asistentes a la reunión del Comité Federal, que, como es habitual, se celebró a puerta cerrada, señalaron que fue el actual presidente de la Compañía Telefónica y destacado miembro del ala socialdemócrata del partido, Luis Solana, quien suscitó el tema de la Alianza Atlántica y la necesidad de abrir un debate sobre el mismo.González admitió que "a veces se producen contradicciones" en las políticas de los distintos gobiernos autonómicos y entre distintas instituciones representadas por el partido. A este respecto, se propondrá un debate sobre las relaciones entre el PSOE y las instituciones públicas.

Aunque González no lo señalase específicamente, en medios socialistas se ha detectado una especial preocupación ante cuestiones muy concretas, como la disparidad de retribuciones que se atribuyen los altos cargos en unas y otras comunidades autónomas. La idea de que algunos abusos aislados podrían afectar seriamente a la imagen del partido, hizo que la ejecutiva del PSOE elaborase una propuesta de retribuciones para todos los cargos públicos del Estado.

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'Delicadas' relaciones Gobierno-partido

También admitió el secretario general del PSOE que el tema de las relaciones entre el Gobierno y el partido sigue siendo "delicado" y que aún no se ha encontrado un equilibrio entre una total sumisión del partido al Ejecutivo o, por el contrario, la crítica frontal al Gobierno. "Las cosas tratan de simplificarse diciendo que el partido debe apoyar al Gobierno, pero lo cierto es que el partido debe tener una misión distinta, una estrategia propia", señaló.La necesidad de encontrar esta estrategia propia ha constituido la esencia de los debates del Comité Federal del PSOE, que aprobó las líneas maestras del documento de estrategia que elabora un equipo bajo la dirección de Benegas. Este planteamiento de fondo hizo que el comité insistiese menos en otros temas, más puntuales, que tienen planteados el partido y el Ejecutivo, como el creciente deterioro en las relaciones entre la UGT y el Gobierno. En su conferencia de prensa, González se limitó a decir que el Comité Federal "evitó el debate" sobre la cuestión Gobierno-UGT, ya que, teóricamente, al Comité no le competen los temas gubernamentales, sino tan solo los partidarios.

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